La vigilancia del contrabando por las fronteras es ‘insuficiente’

Agentes aduaneros se incautaron en Guayllabamba (afueras de Quito) mercadería valorada en USD 70 000. Foto: Galo Paguay/ EL COMERCIO.

La incautación ocurrió en el sector de Guayllabamba, en las afueras de Quito. Eran licores, teléfonos celulares y discos compactos vacíos que, según los agentes aduaneros, intentaban llegar a Quito sin pagar impuestos.
La mercadería, valorada en USD 70 000, llegaba desde Colombia en un bus interprovincial. Este hecho ocurrió el 30 de marzo y 20 días antes, las autoridades anunciaban la conformación de la Unidad de Delitos Aduaneros y Tributarios para control del contrabando.
De hecho, el Gobierno reconoce que actualmente hay una “alta permeabilidad en los puestos de control” fronterizos. La vigilancia en estas zonas es “insuficiente”. El personal que opera allí es “limitado” y su equipo “obsoleto”. Esa situación “debilita” la lucha contra el contrabando.
Esos detalles se revelan en un documento interno presentado por el Ministerio Coordinador de Seguridad. En el informe se plantea fortalecer la seguridad en estos espacios y evitar el ingreso ilegal de mercadería. La extensión de los cordones fronterizos que Ecuador tiene con Colombia y Perú complican las tareas de control.
Además de los ingresos legales que hay en estos puntos, los agentes aduaneros han identificado al menos 100 pasos clandestinos para ingresar productos de contrabando al país.
Los investigadores revelan que los grupos delictivos dedicados a esta actividad tienen diversos mecanismos para introducir las mercancías al territorio ecuatoriano. Por tierra, por ejemplo, una de las modalidad más utilizadas es el contrabando tipo hormiga.
Las mafias utilizan cientos de personas. Ingresan ropa y licores en cantidades pequeñas, pero de forma recurrente.
En pocas horas, toneladas de productos llegan al país a través de esa modalidad. “Quienes lo hacen organizaciones que forman una red sofisticada, lo cual limita el nivel de eficiencia en el control”, admite el Gobierno.
Hace ocho días, este Diario reveló que las bandas operan con los denominado “punteros” o “equipos de avanzada”. Son grupos de 20 personas que se movilizan hasta en cuatro vehículos y que recorren las carreteras vigilando posibles puestos de control.
Ellos se encargan de escoltar las camionetas que transportan la mercadería a Quito.
En medio del anuncio de la nueva Unidad de Control, Diego Fuentes, viceministro del Interior, dijo que la Policía ha conformado un equipo de inteligencia con 150 gendarmes de unidades especiales.
“Hemos delimitado zonas de fronteras ilegales e identificado cuáles serían las estructuras que generan contrabando en el Estado. Operaremos con un equipo de la Policía que ha pasado todas las pruebas integrales; asignamos a los mejores hombres de la institución”.
Para la Unidad, la Policía seleccionó a un coordinador general del programa (oficial superior), un director de inteligencia de la Unidad de Vigilancia Aduanera (Senae), y un grupo de apoyo operativo (con oficiales subalternos, clases y policías) en territorio.
“Vamos a proteger a empresas locales para que se formalicen”, dijeron entonces las autoridades del Ministerio Coordinador de Producción, Empleo y Competitividad.
En el 2014, los agentes decomisaron USD 32 millones en mercancías que intentaron ingresar ilegalmente por los 724 kilómetros de frontera norte y 1 400 kilómetros de frontera sur. En 2013 la incautación bordeó los USD 16 millones.