En las calles de El Triunfo la gente tiene miedo. En los últimos dos años, las bandas delictivas que operan en este cantón de Guayas han atemorizado a toda la población con sus cuadrillas de sicarios. El último ataque ocurrió apenas hace dos semanas. Dos hombres armados, a bordo de una moto, sorprendieron a tiros al exalcalde Andrés Macías.
La gente recuerda que el exfuncionario transitaba en su camioneta cuando se escucharon al menos cuatro detonaciones. Este fue el tercer atentado que sufrió Macías.
En El Triunfo, la gente evita hablar de las mafias; dicen que los sicarios “no perdonan la vida de nadie”. Incluso la Policía y la Fiscalía han sido víctimas de ataques armados. En marzo y junio del 2021, los funcionarios de las dos entidades fueron amedrentados con explosivos.
Hasta ahora esos hechos son indagados. Pero el ataque de sicarios a funcionarios públicos o estatales no solo se limita a esta zona de Guayas.
Más casos de atentados
La Policía tiene reportes que durante el 2020 y 2021, las bandas delictivas acabaron con la vida de al menos 40 funcionarios y exautoridades. En esa lista están políticos, policías, militares, autoridades penitenciarias, guías carcelarios, entre otros.
Otro caso reciente fue el crimen del exgobernador de Manabí, Santiago Guevara. El exfuncionario fue acribillado el pasado 22 de febrero por desconocidos que se transportaban en un vehículo blanco. Los informes policiales revelan que los sicarios lo persiguieron por varias cuadras hasta que el exgobernador se bajó de su automotor. Entonces recibió al menos seis disparos.
Agentes de la Dinased (unidad que indaga las muertes violentas en el país) aseguran que, aunque las cifras de funcionarios y exautoridades asesinadas son bajas, sí preocupan por el mensaje que dejan a la ciudadanía.
Los uniformados señalan que las mafias en los últimos años han reforzado sus cuadrillas de sicarios y con los asesinatos de funcionarios y exempleados públicos buscan atemorizar a las poblaciones o amedrentar a las entidades estatales.
Eso, por ejemplo, ha ocurrido con el Servicio de Rehabilitación Social. La entidad ha perdido desde el 2020 a 11 guías. Todos atacados por sicarios cuando salían o iban a los centros penitenciarios.
El último caso se registró en enero pasado. Un agente penitenciario fue acribillado en Guayaquil, cuando salía de sus labores en el complejo carcelario de esa ciudad. Dos hombres en una moto lo persiguieron y lo acribillaron en presencia de su padre. El agente de 27 años había sido amenazado de muerte días antes por un interno.
Algo similar ocurrió con una agente penitenciaria en abril del 2021. Ella fue asesinada por un sicario a bordo de una unidad de transporte de Guayaquil. Su crimen quedó grabado en una cámara. Su familia pidió protección por que recibieron más amenazas.
Ataques a los uniformados
La Policía es otra institución afectada por el sicariato y las bandas delictivas. El año pasado, 13 uniformados perdieron la vida por realizar sus tareas de control y protección a la ciudadanía.
Uno de los casos que más conmocionó al país fue el del sargento Agustín Guamán, en el norte de Guayaquil. Era el 8 de junio del 2021 cuando dos motorizados interceptaron al agente y le dispararon más de 10 veces.
Las investigaciones posteriores permitieron conocer que uno de los sospechosos lo había amenazado de muerte apenas un día antes. Durante su sepelio, fue despedido por sus compañeros con honores.
El mismo tributo se le realizó a otro agente que fue asesinado en Milagro (Guayas). El crimen ocurrió en noviembre pasado. Cuatro sospechosos, a bordo de un vehículo, lo interceptaron y le dispararon por varias ocasiones.
Por todos estos hechos, el Gobierno ha reforzado el control policial en provincias como Guayas, Manabí y Los Ríos. Solo en enero de este año se reportaron en el país 188 crímenes.
Pero pese a los esfuerzos que lleva adelante la institución policial, la ola de violencia en estas provincias no se logra aminorar. Mientras, se buscan nuevas estrategias y alternativas para frenar a las bandas de sicariato que operan a escala nacional.