La audiencia de juzgamiento del caso Diacelec y Conacero se desarrolló la tarde de este miércoles 12 de febrero del 2020 en el Complejo Judicial Norte, en Quito. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO
El Tribunal de Garantías Penales de Pichincha declaró culpables de lavado de activos al empresario Édgar Arias, a su socio y jefa financiera y a las empresas Diacelec y Conacero, a las que además ordenó su disolución.
La audiencia de juzgamiento se desarrolló este 12 de febrero del 2020, en el Complejo Judicial Norte, en Quito. Después de seis horas de diligencia, los jueces sentenciaron a siete años de cárcel a las tres personas.
Además, los magistrados impusieron el pago de una reparación integral de USD 29,2 millones para el Estado. En cambio, declararon inocentes a la esposa e hijo del empresario y a su antigua contadora.
Este caso se desprende de la trama de corrupción de la empresa brasileña Odebrecht.
Según la Fiscalía, entre 2010 y 2016, Arias a través de sus empresas y otras firmas offshore, que tenía en Panamá, habría recibido dinero del departamento de Sobornos de Odebrecht.
La Fiscalía y la Unidad de Análisis Financiero del Ecuador estimaron un perjuicio de USD 14,6 millones, dinero de origen ilícito que sirvieron para pagar coimas a funcionarios del anterior Gobierno.