¿Quién es el 'Desdentado del Pichincha'?

Nelson Bedón Rugel, de 64 años de edad, es conocido como el ‘Desdentado del Pichincha’. Él es señalado por ser uno de los violadores en serie más temidos del Ecuador. Ha sido acusado de agredir sexualmente a mujeres, menores de edad y extranjeras.  

Por ejemplo, el 10 de agosto del 2022, un juez penal de Cotacachi le dictó prisión preventiva por el presunto delito de violación a una extranjera.  

Según la denuncia de la víctima, el hecho habría ocurrido en la Reserva Ecológica Cotacachi-Cayapas, en el sector de la Laguna de Cuicocha, el pasado 14 de mayo del 2022. 

En la audiencia de formulación de cargos, el fiscal Andrés Jaramillo fundamentó en inicio del proceso penal con una pericia psicológica realizada a la víctima y su testimonio anticipado. 

Entre las evidencias también constan los objetos que poseía el agresor al momento de perpetrar el delito. Los agentes se incautaron de un cuchillo, un machete, un arma de fuego tipo pistola, una chompa roja, binoculares y preservativos.

También se presentaron ante el juez las versiones de testigos y una pericia psiquiátrica practicada al agresor, que establece que no padece ningún tipo de enfermedad mental. 

Antecedentes penales del 'Desdentado del Pichincha'

Sin embargo, el historial delictivo del ‘Desdentado del Pichincha’ comenzó muchos años atrás. En el 2000 fue acusado de violar a dos menores de edad, pero debido a la caducidad de la prisión preventiva quedó en libertad. 

Se conocía que él atacaba a las mujeres principalmente en las laderas del Pichincha. De hecho, en el 2017, se conoció de múltiples violaciones a las turistas extranjeras que visitaban El Teleférico.  

A él lo detuvieron en el 2009. Un Tribunal lo sentenció a 16 años de cárcel, pero se acogió a beneficios penitenciarios y su condena se redujo a 11 años. 

Salió libre en 2020 y la Policía lo detuvo nuevamente este año. En junio del 2022, la Fiscalía también le formuló cargos por el delito de tentativa de robo contra dos mujeres en la laguna de Cuicocha, en Cotacachi.  

En esa ocasión, un juez le dispuso el uso de grillete electrónico y arresto domiciliario. Pero -por su situación de indigencia- no podía cumplir con estas medidas y fueron sustituidas por prisión preventiva. 

Y en la audiencia del 10 de agosto de este año fue procesado nuevamente por violación y recibió una nueva orden de prisión preventiva por la agresión sexual del 14 de mayo pasado, contra una mujer extranjera.  

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