El último amotinamiento registrado en la cárcel de Santo Domingo se convirtió en la sexta masacre carcelaria del país. En cada uno de estos hechos de violencia hubo más de 20 presos asesinados.
Datos oficiales muestran que, durante esas seis masacres, 351 reos perdieron la vida. Según las autoridades, la principal causa fue la disputa entre bandas delictivas dentro de los centros penitenciarios.
La primera matanza se registró en febrero del 2021 en las cárceles de Guayas, Cotopaxi y Azuay. En esa ocasión hubo 79 muertos. El último acto de violencia fue la madrugada del 9 de mayo del 2022 en la cárcel de Santo Domingo y hasta el momento se contabilizan 44 fallecidos.
El peor incidente se registró el 28 de septiembre del 2021, en la cárcel de Guayaquil. En esa ocasión, 118 reos fueron asesinados.
Acciones de los gobiernos de turno
Después de cada masacre, las autoridades carcelarias y gubernamentales adoptan acciones para evitar nuevos actos de violencia.
Una de las acciones inmediatas es movilizar a unidades tácticas de la Policía al interior de las cárceles para recuperar el orden y evitar nuevos disturbios
Otra medida recurrente de los gobiernos de turno ha sido decretar estados de excepción carcelarios. Estos se adoptaron en diferentes fechas del 2019, 2020 y 2021, con el objetivo de reforzar la seguridad interna y perimetral de algunos centros de privación de libertad con fuerzas policiales y militares. Por ejemplo, en septiembre del 2021 se decretó estado de excepción tras la muerte de 118 presos en Guayaquil.
También se han buscado mecanismos para reducir el hacinamiento carcelario. Entre ellos: agilitar los trámites de prelibertad y otorgar indultos a presos.
Este año, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) emitió un informe sobre la situación carcelaria del país. En ese documento se establecen al menos 10 medidas adoptadas por el Estado para enfrentar la crisis penitenciaria
En esa lista consta: “la creación de una comisión especial para trabajar en temas de seguridad, la conformación de la Comisión para el Diálogo Penitenciario y Pacificación, acciones del Directorio del Organismo Técnico de Rehabilitación para fortalecer el sistema penitenciario, investigación de los hechos de violencia, la adopción de medidas para garantizar la seguridad de los funcionarios judiciales y otros trabajadores de los centros carcelarios”.
Otra de las medidas adoptadas es el traslado de presos a diferentes cárceles. De hecho, tras la última masacre, seis cabecillas de bandas criminales de la cárcel de Santo Domingo fueron trasladados hacia La Roca y la Penitenciaria de Guayaquil.
¿Las acciones gubernamentales han sido efectivas?
Este martes 10 de mayo del 2022, este Diario conversó con expertos y analistas de seguridad. Ellos coinciden que las acciones estatales para evitar nuevas masacres carcelarias no han sido efectivas, pues consideran que el Estado no ha podido recuperar el control del sistema penitenciario.
Diego Pérez, docente especialista en temas de seguridad, asegura que la falta de un control estatal efectivo es un punto crítico a enfrentar. Dice que una muestra de aquello son los constantes hallazgos de armas de fuego, cuchillos, droga, objetos explosivos y otros artículos prohibidos dentro de las prisiones.
Además, él cree que las medidas adoptadas por el Gobierno frente a la crisis penitenciaria “son acertadas, pero son solo coyunturales”. Es decir, sirven para solucionar el problema a corto plazo, pero no a largo plazo.
Pérez dice que es necesario “fortalecer la interacción de la Policía y Fuerzas Armadas y mejorar los mecanismos de intercambio de información entre esas instituciones”.
Diego Pontón, experto en seguridad, considera que el Estado ha sido incapaz de frenar esas masacres porque “existen falencias en los sistemas de alerta temprana”.
Él cree que las fuerzas del orden no actúan de forma oportuna para evitar los actos de violencia. Asegura que hay falencias en su capacidad de respuesta inmediata. Explica que la Policía llega horas después de iniciados los amotinamientos y no cuando recién comienzan.
“Para enfrentar la crisis penitenciaria es fundamental contar con un protocolo de actuación de crisis. Solo así se podrán evitar nuevas masacres”.
Pontón asegura que es importante también “fortalecer la inteligencia penitenciaria y policial para poder anticipar eventos de violencia, saber cuándo van a ocurrir y así evitarlos”.