Decenas de policías y militares se desplegaron a la cárcel de El Inca en Quito y a la de Santo Domingo. Llegaron vestidos con cascos, chalecos antibalas, máscaras, escudos y armas.
La disposición fue realizar un operativo para mover a dos cabecillas de bandas narcodelictivas desde esas cárceles a La Roca, un centro penitenciario de máxima seguridad de Guayaquil.
El Servicio Nacional de Atención Integral a Privados de la Libertad (SNAI) informó que los trasladados fueron dos cabecillas. Ambos fueron llevados ayer al Puerto Principal en helicóptero.
Cuando ingresaron a La Roca tenían las manos esposadas y dos policías los sujetaban en todo momento, mientras otro grupo de uniformados los vigilaban.
Pocas horas después de estos traslados, se desataron disturbios en la cárcel de El Inca, que desencadenaron en una nueva masacre carcelaria. Según el SNAI, miembros de una organización “tomaron represalias violentas” por el cambio de prisión de alias ‘B’.
Esto provocó que 10 privados de la libertad fueran asesinados. Por lo tanto, la Fiscalía abrió una investigación previa por estas muertes violentas y aseguró que personal de Criminalística realiza la diligencia para el levantamiento de los cuerpos de los reos victimados.
Estos crímenes ocurren a cinco días de que un grupo de bandas delictivas difundieran videos donde supuestamente llamaban a una pacificación en las cárceles. Una de esas organizaciones precisamente es señalada en la reyerta del viernes 18 de noviembre de 2022, por lo que la aparente tregua no tuvo efecto entre los enfrentados.
¿Por qué hubo los traslados?
Según las investigaciones policiales, a alias ‘B’. se le atribuye la responsabilidad de la matanza en la cárcel de El Inca, que ocurrió el pasado 7 de noviembre de 2022.
En esa fecha se registraron actos de violencia que provocaron la muerte de cinco presos. Además, otras cinco personas resultaron heridas, entre ellos un guía penitenciario. Por otra parte, el reo A, de otro bando delictivo, sería el responsable de los disturbios violentos que se han registrado en la cárcel de Santo Domingo de los Tsáchilas, durante este año. Además, se lo señala por los atentados terroristas en esa provincia.
Tras esta nueva masacre en la cárcel de El Inca, otros tres presos serán trasladados desde ese centro penitenciario a La Roca.
Se trata de alias S., J. y H.
Ellos son miembros de una banda delictiva que se confronta dentro de las cárceles, por lo que el SNAI decidió moverlos a Guayaquil, pues se los considera como los “responsables intelectuales” de los incidentes violentos del viernes 18 de noviembre de 2022.
Además, grupos tácticos de la Policía Nacional y Fuerzas Armadas ingresaron a la cárcel de Quito para retomar el control. En imágenes difundidas por las autoridades se ve que un grupo de uniformados ingresó a ese recinto penitenciario y obligó a los presos a colocarse sobre el piso. El objetivo fue recuperar el orden y realizar una inspección del lugar. El control se retomaba de a poco en ese presidio de la capital, según funcionarios.
Las autoridades decidieron enviar a estos cabecillas de bandas delictivas a La Roca, pues esa prisión se ha convertido en un sitio de aislamiento, donde tendrán que someterse a “un régimen disciplinario distinto” al que estaban acostumbrados en los otros centros carcelarios en los que estaban.
La Roca reabrió sus puertas el 4 de abril de e2022. Ese día fueron trasladados los primeros cinco detenidos de alta peligrosidad.
El Gobierno los señaló como los responsables de matar a 20 internos en la cárcel de Turi, en Cuenca.
Luego, el 9 de mayo pasado, otros seis cabecillas de bandas narcodelictivas fueron enviados a ese centro penitenciario. Ellos fueron los responsables de un motín violento en la cárcel de Santo Domingo, que provocó la muerte de 44 presos.
La Roca tiene capacidad para albergar a más de 100 detenidos. Esta prisión cuenta con esclusas electrónicas y otras seguridades.
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