Grupos de militares recorren las calles del poblado de San Juan Bosco. Foto: API
El cantón San Juan Bosco, perteneciente a la provincia de Morona Santiago, en el sur del Ecuador, está custodiado por policías y militares desde este jueves 15 de diciembre del 2016. Entre sus habitantes hay tensión por los enfrentamientos que dejaron un policía muerto y siete heridos.
El enfrentamiento se registró la tarde del miércoles 14 de diciembre en el campamento minero La Esperanza, en Nankints, perteneciente a la parroquia San Carlos de Panantza, donde está asentado el proyecto minero el campamento minero San Carlos, propiedad de la empresa china Explorcobres. Allí, un grupo de colonos y mestizos se oponen a la minería a gran escala que impulsa este Gobierno.
En ese enfrentamiento falleció el policía José Luis Mejía Solórzano por el impacto de una bala en la cabeza, de acuerdo con el informe de las autoridades. Según informó la noche del miércoles el ministro coordinador de Seguridad, César Navas, otros siete uniformados resultaron heridos y el diagnóstico médico de uno de ellos es de gravedad.
De acuerdo a información preliminar, un grupo importante de miembros de la nacionalidad Shuar ingresó escondido entre la maleza y atacó a los uniformados que custodiaban el campamento desde hace más de un mes. No era el primer enfrentamiento, pues en este año se han registrado al menos tres.
En el momento que los desconocidos irrumpieron había más de 40 civiles realizando tareas dentro del campamento y en labores de cocina. El hijo de Jesús D. trabaja en el campamento. “Él me contó que todo fue de forma sorpresiva y que con los disparos los trabajadores corrieron a esconderse”.
La Fiscalía General tiene identificado a los presuntos sospechosos y para levantar los indicios, esta mañana llegaron expertos del Ministerio del Interior y Policía Nacional a San Juan Bosco para recolectar la información que los lleve a esclarecer los hechos.
Al campamento minero no se puede acceder porque los tres ingresos están custodiados por un grupo de policías. En las garitas se informa que la única posibilidad de pasar es con un salvoconducto que entregue la Unidad de Policía Comunitaria. En esa dependencia, los uniformados indican que el ingreso está restringido por el estado de excepción que rige en la provincia.
El poblado de San Juan Bosco luce desolado. Sus habitantes están preocupados por esta disputa y prefieren permanecer en sus viviendas y evitan dar información sobre este enfrentamiento. Grupos de militares recorren los sitios de públicos como el parque central, la Unidad de Policía Comunitaria, entre otros.