El ministro de Defensa, Oswaldo Jarrín, señaló que es facultad del presidente de la República, Lenín Moreno, realizar estos cambios. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO
El ministro de Defensa, Oswaldo Jarrín, explicó que la salida del comandante general del Ejército, Luis Altamirano, obedece una “reorganización para una nueva etapa” y señaló que no hay “afectación al mando”.
“Lo que hay es una optimización de la capacidad de los órganos operativos. Si son tres nuevos órganos operativos se supone que tiene que ver una reorganización para la siguiente etapa y la continuidad”, dijo Jarrín.
Altamirano tenía un año y dos meses en sus funciones; es decir, le faltaba 10 meses para cumplir el periodo de dos años señalado en art. 46 de la Ley de Personal de las Fuerzas Armadas.
Con Altamirano también salieron los jefes de la Marina y de la FAE. Ellos sí se cumplieron con el periodo de dos años.
Jarrín señaló que es facultad del presidente de la República, Lenín Moreno, realizar estos cambios y que el Ministerio lo asesora en temas administrativos. “Depende de la capacidad, de la trayectoria, de la calificación para ser nombrado comandante general”.
Además, indicó que la reorganización se dio para que se dé paso a una nueva etapa. “Porque si cumplieron con su tiempo de servicio en los dos casos, hay la necesidad de que el Comando Conjunto (de las Fuerzas Armadas) tenga un nuevo equipo, una nueva reorganización. Esto significa que tengan los mandos para reiniciar una nueva etapa siguiendo la política de defensa y los planes estratégicos institucionales”.
Comentó que reorganizar también significa tener una visión para el futuro para reanudar las tareas. “Se va nuevamente a reconformar el Comando Conjunto y con las directrices que se emitan, se va a tener una nueva etapa. En administración esto se lo conoce como sinergia. Es decir, lograr la integración, la productividad, la cooperación armónica entre los nuevos integrantes de los órganos operativos de las Fuerzas Armadas”.
Tras su salida anticipada, Altamirano ha realizado publicaciones en su cuenta oficial de Twitter. Este jueves 10 de diciembre del 2020 escribió “04-12-2020 – Día inolvidable, pues jamás claudiqué a mis convicciones”.
El 4 de diciembre, cuando se oficializaron los cambios de los comandantes mediante Decreto Ejecutivo, Altamirano también publicó un mensaje. “(…) jamás olviden que la lealtad no es tan solo aquello que se dice en presencia del otro, sino lo que se expresa en ausencia del mismo”.
“No se puede realizar acusaciones ligeras o querer desvirtuar una decisión política fundamentada que está establecida en la Ley”, aseguró Jarrín. Añadió que “las Fuerzas Armadas no funcionan con lealtad y la lealtad se confunde con amistad o se confunde con sentimientos o emociones individualizadas. Las Fuerzas Armadas no considera como hecho fundamental los valores individualizados.
El Ministro, además se refirió a un liderazgo estratégico. “¿Cuándo hay liderazgo estratégico? Cuando está ratificado en sus subordinados que hay conciencia, respeto, avance, productividad, eso significa tener conciencia en las mentes y en los corazones de los subordinados para tener un liderazgo estratégico que integran el liderazgo táctico, operativo e institucional. Esos son los fundamentos esenciales de un comando: comando, administración y liderazgo estratégico”.
En reemplazo de Altamirano, hoy el Ejército es comandado por Washington Buñay. Gustavo Agama es el jefe militar en la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE), y Rafael Poveda de la Marina.