La noticia circula en los medios argentinos y allí se dice que durante el próximo año el destituido juez español Baltasar Garzón se desempeñará como asesor de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados.
Esto se da luego de que la pre-sidenta Cristina Fernández le diera a Garzón, este último jueves, la residencia argentina.
En un acto público, la Mandataria dijo que “Garzón es un representante de una justicia que no es solamente de los derechos humanos vinculados con las terribles dictaduras que asolaron en nuestros países. También lo es de los derechos humanos de segunda, tercera, cuarta, quinta generación, que es el derecho a vivir con esperanza y con ilusión”.
Garzón suele mostrarse en actos públicos en la Casa Rosada.
Si bien se dijo que su participación sería ad honórem, medios locales informaron que Garzón recibiría aproximadamente USD 4 100 por mes por asesorar al Congreso.
En Ecuador, él está al frente de la veeduría internacional que vigila la reforma judicial.
En este mes deberá presentar su informe final del trabajo realizado por el actual Consejo de la Judicatura.
El ex magistrado adquirió notoriedad en los 80, cuando se mostró activo en la lucha contra el narcotráfico.
También, en ese tiempo, investigaba a la banda terrorista ETA, que se encontraba en pleno apogeo violento. Fueron sus primeros pasos como juez. En 1993 fue nombrado delegado del gobierno español en el Plan Nacional sobre Drogas, con rango de secretario de Estado. En 1998 fue quien ordenó la detención del ex dictador chileno Augusto Pinochet, mientras se encontraba en Londres. Lo acusó de cometer delitos de lesa humanidad.
También denunció internacionalmente al Gobierno estadounidense por los presos de Al Qaeda que están privados de su libertad en Guantánamo.