Las autoridades investigan la muerte de la pareja en El Fortín, noroeste de Guayaquil. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO
Los moradores de un vecindario en El Fortín, noroeste de Guayaquil, solo alcanzaron a escuchar el grito de su vecina María, de 30 años. “Ya déjame Eduardo”, oyeron. Pero los vecinos no creyeron que se trataba de nada grave. Eran cerca de las 15:00 del domingo 28 de octubre del 2018.
Dos horas después, su hijo de nueve años descubrió el cuerpo de su madre y el de su padre en una de las habitaciones de la casa. El pequeño ingresó al inmueble de construcción mixta con ayuda de su tío. Había llamado a sus progenitores e insistido en que le abrieran la puerta para ingresar a la vivienda, pero como no tuvo respuesta pidió ayuda a un familiar.
De acuerdo con la Dirección Nacional de Delitos Contra la Vida y Muertes Violentas (Dinased), el crimen se trató de un femicidio y posterior suicidio del hombre. Francisco Hernández, jefe subrogante de la Dinased zona 8, dijo que el cuerpo de la mujer presentaba golpes en el rostro. Alrededor del cuello tenía un cinturón de nylon, con el que fue asfixiada.
En la misma habitación, detalló el jefe policial, estaba el cuerpo de Eduardo C., de 41 años, exconviviente de la víctima. Según las primeras investigaciones, él supuestamente asesinó a la mujer y luego se quitó la vida.
Un menor de 9 años encontró los cuerpos de sus padres sin vida en su vivienda, en Guayaquil. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO
Personal de Criminalística dice que recabó como evidencias dos cartas escritas. La Policía investiga si la mujer fue obligada a escribir el texto.
Éricka, una amiga de la víctima, contó que la pareja era oriunda de Jipijapa (Manabí) y alquilaban ese inmueble desde hace ocho años. La mujer llevaba 22 días separada de su exconviviente. Los maltratos que María sufría eran constantes porque ella defendía a sus dos hijos, de 9 y 12 años, asegura. El día de la muerte de la pareja, lo pequeños jugaban en la esquina de la casa con otros niños del barrio.
Esa tarde, Eduardo C. llamó a su hermano por celular para decirle: “maté a María y me voy a suicidar”. Supuestamente la confesión quedó grabada.
“Ella laboraba como empleada doméstica. A veces tenía moretones y decía que se había golpeado en el trabajo, pero era mentira”, dijo su vecina.
De acuerdo con las cifras entregadas por la Dinased, en la zona 8 (Guayaquil, Samborondón y Durán) se han registrado siete femicidios en lo que va del 2018. De estos casos, seis han sido resueltos.
El último crimen que se investiga ocurrió el pasado 16 de octubre en el cantón Durán, cuando un hombre estranguló a su pareja.
A escala nacional desde enero hasta el 11 de octubre se contabilizaron 49 casos, según la Policía. Durante el mismo período el 2017, hubo 87 muertes.
Los dos menores de edad están bajo la custodia de sus familiares paternos. Ellos no quisieron dar declaraciones e indicaron que los velorios se realizarán en Jipijapa. La mañana de este lunes 29 de octubre del 2018, los féretros fueron retirados de la morgue de Guayaquil.