La puerta de la habitación de Germán C. está totalmente cerrada. Una cinta de color amarillo impide el paso hasta el cuarto piso del bloque 3. Así se conoce oficialmente al edificio de la Escuela Superior de la Policía donde se presume fue asesinada la abogada María Belén Bernal, en septiembre pasado, por el exteniente.
Un equipo de EL COMERCIO regresó a ese lugar, dos meses después de los hechos, y constató que el paso hasta ese sitio es restringido. Un policía custodia las 24 horas del día el acceso a la habitación del entonces teniente e instructor de ese centro de estudios. El control se debe a una orden judicial impulsada por la Fiscalía, quien indaga el asesinato de Bernal.
Pero no todo el edificio está cerrado. Las tres plantas inferiores aún son utilizadas por los instructores y oficiales que laboran en la Escuela Superior. Sin embargo, ellos ahora deben registrar su ingreso y salida en un cuaderno que está justo en la puerta del bloque. Allí también se colocó a un cadete para que realice guardia todos los días y de manera constante.
Ese fue uno de los cambios que instauró la actual directora de la Escuela Superior de la Policía, Irany Ramírez, quien fue trasladada por disposición expresa del comandante de la Policía, Fausto Salinas, justo después de los hechos.
La oficial cuenta que le pidieron que dirija la Escuela Superior cuando estaba al frente de la escolta de la Asamblea Nacional. A su llegada, lo primero que hizo fue verificar cómo estaba funcionando el centro educativo.
La directora señala que no puede decir que no había control, pero sí asegura que el día que se presume que el exteniente asesinó a María Belén Bernal no se cumplieron los protocolos y normas establecidas. Por eso, dio nuevas disposiciones.
Nuevos procedimientos
Entre las acciones recientemente adoptadas está el refuerzo al control en los ingresos de la Escuela Superior. De hecho, en la garita de ingreso ahora hay hasta siete uniformados, entre oficiales, personal de tropa y cadetes. Entre todos realizan el procedimiento.
Por ejemplo, para que el vehículo de este Diario ingrese tuvo que pasar antes por una verificación. Dos policías ordenaron al equipo periodístico bajar del automotor y abrieron todas las puertas, los compartimentos y chequearon debajo de los asientos. A las personas también les requisan antes de ingresar y deben dejar un documento de identificación hasta que abandonen las instalaciones.
Todo lo contrario a lo que sucedió la noche que ingresó Bernal. Según imágenes, que reposan en la Fiscalía, ella ingresó a altas horas de la noche y no hubo personal que revise su vehículo.
Tampoco lo hicieron cuando el destituido teniente Cáceres salió en el automotor horas después. Por eso, no se conoce con certeza si el cadáver de la abogada luego salió por la puerta principal de la Escuela Superior.
Hechos sin esclarecer
Pero a dos meses de este crimen, en la Escuela Superior aún hay hechos por esclarecerse. Uno de ellos es si Germán C. estuvo en estado etílico el día de su guardia.
Según el expediente judicial, el oficial, minutos antes de su ingreso a la institución, habría estado bebiendo licor en la casa de un cadete, donde compartió con más estudiantes. Eso no se ha podido comprobar desde la Escuela Superior. Así lo señala la directora Ramírez. Esto a pesar de que en el expediente judicial hay testimonios.
En el proceso penal también existen documentos que indican que en esa fiesta estuvo Joselyn S., quien está detenida por este caso. En su versión inicial, ella indicó que dormía en el dormitorio de un oficial instructor. Ese dormitorio estaría junto al del Germán C.
La directora Ramírez dice que tampoco puede aseverar que la cadete tenía una relación sentimental con el instructor. Pero sí advierte que desde su llegada emitió un comunicado escrito para los instructores. En ese documento se prohibió cualquier tipo de relación sentimental con los cadetes.
Asimismo, se emitió una indicación de que los cadetes hombres y mujeres no pueden ir a las habitaciones de los instructores.
Sanciones a cadetes
El femicidio de Bernal trajo sanciones para los cadetes. Según los procesos internos, 28 estudiantes fueron entrevistados sobre los hechos relacionados. De ellos, 20 fueron sancionados con faltas leves y graves.
Entre ellos estuvieron seis de cuarto año, uno de tercero, uno de segundo y 13 de primer año. Las autoridades explican que los más novatos resultaron más afectados porque son los más propensos a cometer faltas.