El uso de motos para delitos genera temor

Vecinos de Jardín del Valle protestaron el jueves por el caso de Mauricio Pasos, quien fue asesinado por dos motorizados. Foto: Jenny Navarro / EL COMERCIO

Solo escuchó que una moto se acercaba a su carro y después el vidrio posterior del auto estalló en pedazos. Cuando Paola volteó su cabeza vio a una persona sobre esa motocicleta, con un fierro en la mano. Después el armado se bajó, se acercó, metió su cuerpo en el auto, le arranchó la ‘laptop’ y se fue.
Era una noche de marzo y luego del ataque la mujer apenas vio cómo los asaltantes, que llevaban cascos en sus cabezas, arrancaron y desaparecieron entre los otros vehículos.
Eso ocurrió en El Inca, un barrio del norte de Quito. Para entonces, el uso de motos para robar a personas ya se había comenzado a denunciar en redes sociales. Incluso, en La Floresta, otro barrio del norte, los vecinos colocaron avisos de alerta en postes y en negocios.
En las hojas se advertía la presencia de dos de estos aparatos sospechosos. La frase “Barrio unido contra la delincuencia motorizada” acompaña el afiche que hasta hoy está pegado en la ventana de una panadería.
Cerca del lugar está un hombre que tiene un negocio de comida. Él afirma que el sitio es tranquilo, pero que en los últimos días ha escuchado que a inicios de este año, personas que en dos de estos vehículos asaltaban. “Por lo menos cuatro personas han sido atacadas”.
José Gordón es el coronel que está a cargo de la seguridad en sectores como La Floresta. Él admite haber detectado bandas que usan este tipo de automor para los atracos. Según los agentes, los armados pueden utilizar hasta dos motocicletas para cometer los ilícitos.
Operan entre tres o más personas. Uno maneja y está alerta para ver si llega la Policía. Otros dos (un armado y el conductor) se trasladan en otra moto y atacan a las víctimas.
Luego de cometer los asaltos estos fugan por calles que estudiaron con anterioridad y que les resulta con menos tráfico.
El año pasado ya hubo preocupación por estos hechos.
Oficialmente, a la fecha no hay datos consolidados del uso de motos usadas en robos y asaltos. Pero la Policía dice que son frecuentes y que en el 2014 la Policía Judicial de Quito investigó a 289 de estos automotores.
Lo que sí han detectado los investigadores es que ese medio de movilización también es usado en robos de accesorios de vehículos, viviendas, atracos violentos en las afueras de entidades financieras (sacapintas) y sicariato.
Hace 15 días en el norte de la capital, la Policía detuvo a dos hombres que viajaban así y atacaron a una pareja que transitaba en su auto por la av. Amazonas y Mariana de Jesús. En el momento en que el semáforo se puso en rojo, uno de los sospechosos ingresó la mitad de su cuerpo al vehículo y se apoderó de un celular y una cartera. En ese instante el conductor del auto arrancó y quiso huir de los desconocidos, pero se impactó con una camioneta que estaba estacionada.
Lo mismo ocurrió con los dos agresores; ellos se impactaron contra un vendedor. La gente del lugar los retuvo hasta que los agentes llegaran. La motocicleta también fue retenida para investigaciones.
Otro hecho violento se registró el 17 de abril, cuando dos trabajadores fueron atacados por dos hombres luego de retirar USD 3 400 de un banco en el norte de la ciudad. En esa ocasión, las víctimas se rehusaron a entregarles a los armados el dinero de los sueldos de sus compañeros. Los desconocidos les dispararon y huyeron de inmediato en una moto.
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En el ataque murió una de las víctimas, mientras que su compañero permaneció por 10 días en terapia intensiva. Ahora continúa en chequeos médicos hasta recuperarse totalmente del disparo que le atravesó el cuello y el hombro. La Policía aún investiga el paradero de los dos desconocidos. Bajo esta modalidad, el año pasado en Quito se registraron 132 ataques a personas que retiraban dinero de entidades bancarias. En el 2013 sumaron 163.
Hace ocho días un médico también fue atacado en la autopista Rumiñahui por dos hombres que iban en una moto.
Ellos intentaron arrebatarle sus pertenencias, la víctima se opuso al asalto y con cuchillos lo hirieron de gravedad. El hecho se registró a las 05:00 y al mediodía falleció por una herida en su pierna. Una persona es investigada por el asesinato.
El 3 de febrero pasado, en Quitumbe (sur), cuando los policías localizaron a sospechosos que circulaba sin respetar las señales de tránsito, los ocupantes apuntaron con un arma de fuego a los agentes.
Hubo una persecución y se detuvo a Mauricio C. y Andrés B., quienes supuestamente pertenecían a una banda de sacapintas.
Los policías dijeron que en poder de los sospechosos había USD 1 020 y un revólver. Hubo un herido.
En contexto
El jueves, vecinos de Jardín del Valle realizaron una marcha en donde solicitaron mayor seguridad policial. Ellos estaban consternados por el asesinato del doctor Mauricio Pasos. Los uniformados llegaron al lugar de la protesta y dijeron que patrullarán más.
