ENTREVISTA
Peter Waldmann/ Profesor Emeritus de la Universidad de Augsburgo (Alemania)
Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán fue detenido el 22 de febrero pasado en México. ¿Cómo se configura ahora el mapa del narcotráfico y el crimen organizado en América Latina tras este hecho?
Esa es la sobrestimación a una sola persona. Es como los Estados Unidos cada vez que han matado a un terrorista porque se creen que tienen el derecho de hacerlo en el mundo. Dicen llenos de orgullo que mataron al más peligroso, pero no cuentan cuántos nuevos terroristas hay todavía. A mi modo de ver, eso ha sido contraproducente en los dos sentidos.
¿Por qué?
En cuanto al narcotráfico y al terrorismo. Para el líder de un cartel hay tantos otros que lo reemplazan y en el caso del narcotráfico es evidente que, en seguida, hay una disputa entre sucesores potenciales. Es decir, la lucha se agudiza… El cartel no está debilitado tras la captura de ‘El Chapo’. Muchos piensan que el de Sinaloa se ha debilitado porque lo apresaron y tratan de ganar terreno. Así, el nivel de violencia aumenta en vez de reducirse. Es un error el creer que con la detención de Guzmán se cambian las cosas.
Es decir, ¿usted cree que se ha sobredimensionado la imagen de Guzmán?
Claro. Son personas importantes pero enseguida aparecen otros reemplazos. El cartel en sí no se debilita.
Usted señala que uno de los problemas es la corrupción de la Policía en el fenómeno del narcotráfico. ¿Cómo se debería frenarlo?
Yo creo que lo principal es pagarles bien a los agentes. Lo segundo es una formación coherente, pero también hay que educar a las personas.
Al referirse sobre la corrupción de las fuerzas del orden. ¿Este es un problema que se da en el mundo?
No. En la Policía y las fuerzas de seguridad la tendencia a ser corrupto no es generalizada. No es típico en los países de Europa y otros sitios industrializados por varias razones. Una es que el Estado maneja el tema de la seguridad y los salarios de los gendarmes son buenos.
Pero, ¿eso se puede replicar en América Latina?
Hay países. Por ejemplo, la Policía chilena es bastante dura, pero no es corrupta y también hay grandes diferencias. Yo creo que la ecuatoriana no es corrupta, pero la argentina sí lo es. Depende de la nación. La mexicana también tiene problemas. No sé hasta qué punto la colombiana puede serlo.
En Ecuador se han dado casos de uniformados que fueron detenidos e indagados por delitos como nexos con bandas, tráfico ilegal de migrantes, entre otros…
Insisto en que depende de cada país. Se puede decir que en México hasta los rangos más altos de la Policía son corruptos y no se puede contar con ella en la lucha contra las drogas. El que tiene las fuerzas de seguridad profesionalizadas en el uso de la violencia, naturalmente, al cambiar de lado pueden ser muy útiles para las organizaciones criminales.
¿Qué conoce de Ecuador?
Me han dicho que el presidente Rafael Correa les ha mejorado su situación económica y eso ya es cierta garantía. Influye también el proceso de reclutamiento. En muchas naciones, hay gente que busca ser uniformado para tener acceso a ingresos ilícitos.
En la Policía Nacional se inició un proceso de depuración. ¿Es suficiente para enfrentar a la corrupción?
Sí, pero se debe mirar desde arriba. Por ejemplo, si la cabeza es corrupta como en México… Allí, la situación es que el jefe les decía (a sus subalternos) que hoy necesito tanta cantidad de dinero y no sé ustedes cómo me la consiguen… Si usted cambia a 50 gendarmes y quien encabeza la corrupción se queda, no sirve para nada. Depende del espíritu hasta el rango más alto…
Espíritu, ¿a qué se refiere?
Hay que saber que en cada Policía hay una subcultura. Tiene un espíritu especial (de cuerpo) porque tiene que defenderse contra la política, la población y tiene que estar en el medio. Entonces, para protegerse tienen un espíritu…
¿Cómo orientar eso de forma positiva? ¿Se puede frenarlo cuando es negativo?
Eso es imposible. Es consecuencia de una organización y la tendencia está presente hasta en la Policía alemana. Lo que hay que procurar es que este espíritu no se dirija en contra de su deber, porque realmente sí hace falta cierta solidaridad. Lo malo es cuando se traslada hacia temas ilegales.
Tras la detención de Guzmán, ¿puede darse un brote de violencia entre la gente que operaba para él en los países de producción y tránsito de estupefacientes?
Es un asunto mexicano, pueda que él haya tenido lazos, pero no hay que sobrestimar. Son organizaciones fuertes que tienen su propia lógica. Eso de eliminar o tomarle preso es una cosa marginal en el desarrollo del tráfico de drogas.
Hoja de vida
- Su formación. Es alemán y doctor Honoris Causa de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid. Es autor de libros como ‘El Estado anómico’; ‘Derecho, seguridad pública’ y ‘Vida cotidiana en América Latina’.
- Su punto de vista. Para combatir a la corrupción en las fuerzas del orden se requiere pagar buenos salarios a los agentes. No sirve depurar a la Policía si no se ataca a quienes encabezan lo ilegal.