El martes, un grupo de guardias retiró dinero de una agencia en la mañana, frente a gente que caminaba. Foto: EL COMERCIO
El blindado se parqueó frente a la agencia bancaria en el Centro Histórico de Quito. Dos guardias se bajaron del vehículo con sus armas de fuego y resguardaban a su compañero que cargaba una mochila verde.
Era la mañana del martes último. La operación duró cerca de 15 minutos y el celador sacó dinero del edificio. En ese instante, los otros guardias levantaron sus armas y vigilaban los alrededores hasta subirse al blindado. Junto a ellos caminaban personas de la tercera edad y circulaban otros autos.
El panorama no ha cambiado pese a que se habló de nuevos protocolos de seguridad. Esto tras el asalto a un blindado, registrado el 22 de octubre pasado, a la altura del volcán Reventador (Sucumbíos). En este incidente se utilizaron explosivos y un celador murió, dos resultaron heridos.
Hace dos años ya se habló de establecer nuevos horarios para movilizar montos y hacerlo por la noche para no exponer a la gente en atracos. Sin embargo, todavía se lo hace en horas laborables frente a personas .
La idea de modificar los horarios surgió tras el asalto registrado en un centro comercial del sur de Quito, cuando guardias sacaban bolsas con altos montos de un banco que operaba allí frente a decenas de personas. Este hecho se reportó, a las 18:07 del 18 junio del 2012, y un hombre murió. Otras siete personas resultaron heridas.
Este Diario constató la semana pasada que los blindados todavía retiran dinero frente a peatones. Por ejemplo, al mediodía del viernes, un automotor que trasladaba dinero circulaba en la zona bancaria de Quito luego de sacar dinero.
Junto a este caminaban hombres y mujeres y los locales estaban abiertos. Lo mismo ocurrió el lunes último cuando otro automotor de similares características se parqueó frente a un banco ubicado al lado de la Prefectura de Pichincha en Quito. Los guardias se bajaron armados e ingresaron al edificio cuando gente caminaba.
Por eso, el ministro del Interior, José Serrano, señaló en una entrevista radial que en septiembre pasado suscribió un oficio obligatorio y vinculante dirigido a las compañías de seguridad. En este se les pide que soliciten colaboración de la Policía para trasladar dinero.
“Lo hicimos porque salimos a las calles de Quito y eran aproximadamente las 09:00 en la avenida 10 de Agosto. Nos encontramos con un blindado parqueado frente al banco, con dos guardias que sacaban bolsas. Todos los ciudadanos cruzaban ese momento la calle. No se tomó el procedimiento y el protocolo adecuado (…)”, manifestó el funcionario.
La Policía cuenta desde hace dos años con un servicio de traslado de valores que ayuda a la gente a sacar altas sumas de dinero y evitar los atracos tipo sacapintas. Según el Ministerio del Interior, 51 000 usuarios han solicitado este servicio y se han movilizado sumas de hasta USD 150 000. La intención del Ministerio del Interior es que obligatoriamente los vehículos blindados utilicen el servicio.
Nuevo protocolo
El debate sobre las seguridades en el traslado de valores se abrió luego del asalto al blindado en Sucumbíos.
Tras este caso, el Ministerio del Interior anunció la aplicación de un nuevo protocolo para los blindados. En este se incluye la instalación de dispositivos de rastreo satelital en los automotores, conectados con la Policía. Cámaras de seguridad internas y externas en cada uno de los automotores.
“Es un instructivo con disposiciones específicas para aproximadamente 20 compañías”, manifestó José Serrano.
Para Galo Estrella, presidente de Asociación Nacional de Empresas de Seguridad e Investigación (Anesi), en la actualidad ya existen protocolos e instructivos de seguridad para garantizar los traslados de altas sumas en vehículos.
De hecho, actualmente funciona el instructivo para el control y funcionamiento de seguridad móvil. En este se establecen las normas técnicas que deben cumplir los automores como tipo de blindaje, peso, protección en los vidrios, etc.
El problema -añade el dirigente- es que las bandas delictivas se especializan cada vez más en los ilícitos y se complica establecer nuevas medidas para contrarrestar los asaltos.
Frente a la idea de cambiar los horarios de entrega de dinero en horas de no atención al público, Estrella sostiene que no se puede hacerlo. “Hay bancos con movimientos elevados de dinero. Es fácil que se queden sin efectivo a las 10:00. ¿Qué pasará? No se puede cerrar”.
Además, cree que los blindados se exponen a más riesgos si se hacen los traslados de dinero en horas de la noche porque las bandas tendrían más tiempo y espacio para operar. Es decir, rutas despejadas para huir y más condiciones para atacar.