Leonardo González tenía 31 años cuando fue asesinado dentro de la Penitenciaria de Guayaquil. Un disparo en la cabeza cegó su vida al instante.
Su esposa, Vanessa Ávila, recuerda que reconocieron su cuerpo a través de tres tatuajes que tenía en la pierna, mano y abdomen. En esta última parte del cuerpo llevaba escrita la frase “Hip-Hop”. Era el género musical que le gustaba cantar y por el que ganó dos concursos en los ocho meses que pasó en el pabellón 5 de la ‘Peni’.
Se comunicaba con su mujer cada semana. Ella también lo iba a ver pasando 15 días. A través de mensajes, Vanessa le enviaba fotos de su pequeño hijo de 11 años y le contaba cómo estaba la salud de su abuela, la mujer que lo crió desde pequeño.
Vanessa incluso habló con el padre de su hijo el 28 de septiembre del 2021, día en que se desencadenó la mayor masacre en la historia del país dentro de un centro carcelario. 118 presos fueron asesinados durante una guerra de bandas delictivas.
‘Trébol’, como también era conocido artísticamente Leonardo, llamó a su mujer a las 06:00 y le preguntó cómo avanzaba el proceso para su liberación. “Estoy triste, los extraño”, le dijo por un mensaje de texto.
El cantante jamás se refirió a las disputas o al peligro que corría dentro de sus celdas. “Yo le dije que ya mismo salía la fecha para la audiencia de su liberación y le pedí que tenga paciencia”, recuerda Vanessa.
La fecha de la diligencia sí llegó, pero después de un mes de su muerte. El 28 de octubre pasado, un juez de Guayaquil revisó el caso y recién se enteró que Leonardo fue asesinado.
A la diligencia asistieron los familiares y amigos del cantante. Con pancartas reclamaron una “falta de diligencia” en la liberación del joven.
Billy Navarrete, secretario ejecutivo del Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos de Guayaquil, también asistió a la cita judicial. El organismo presentó una queja formal en la Judicatura.
En ese documento se indica que hubo negligencia en el tratamiento de la liberación de Leonardo, pues él ya había cumplido su condena en junio pasado. Es decir, estuvo detenido ilegalmente cuatro meses.
En el expediente judicial de ‘Trébol’ reposa la condena de ocho meses de prisión por tráfico de drogas a menor escala. El parte policial señala que fue detenido el 17 de octubre del 2020 con 18 gramos de marihuana y 1,4 gramos de cocaína.
“Hasta ahora nadie se ha hecho responsable del retraso en su liberación. Tampoco hay culpables de su asesinato. En este país parece que no hay justicia. Es muy duro saber que mi esposo murió cuando ya había cumplido su pena y nadie hizo nada”, relata Vanessa desde la sala de su casa en el barrio Bastión Popular.
En su casa permanecen las fotos de ‘Trébol’ cantando en fiestas. También reposan las cintas de video de sus grabaciones. Su hijo las mira cuando lo extraña. Actualmente, la familia del cantante está bajo tratamientos psicológicos privados.
El Gobierno les prometió ayuda de especialistas a todas las familias de los presos asesinados. “Nunca han venido a brindarnos ayuda. Todo fue anuncios del momento”.
Ahora, Vanessa pide que la justicia emita la boleta de excarcelación de su esposo como una reparación integral. También espera que la Judicatura revise su caso y determine a los responsables de los retrasos.