Atención de los nuevos notarios fue irregular

En la Notaría Séptima de Quito. El titular saliente, Luis Vargas (izq.), junto con el nuevo notario David Pino miran los archivos. Fotos: Enrique Pesantes y Vicente Costales / EL COMERCIO

Los 28 nuevos notarios que asumieron ayer sus cargos en Quito serán controlados durante los seis años que estarán en funciones.
Así lo confirmó ayer, Hernán Calisto, titular del Consejo de la Judicatura (CJ) de Pichincha, al final de la posesión de Glenda Zapata como notaria décimo octava de Quito. Ella es una de los 225 funcionarios que ganaron el concurso de méritos y oposición.
¿Cómo se realizarán las evaluaciones de los notarios? Según Calisto, en la Dirección de Control Disciplinario del CJ de Pichincha se receptarán y canalizarán las quejas de los usuarios. "Si hay malestar, la gente puede acudir a la Dirección Provincial de Pichincha y presentar su queja en el edificio Pichincha de la avenida 10 de Agosto y Checa", precisa.
Las designaciones forman parte del proceso de reestructuración que el CJ comenzó hace dos años y que incluye a las notarias del país.
Una de esas reformas fue normar las tarifas de servicios en estas dependencias. Desde el 1 de julio del 2012, se homologaron los costos de las trámites, ya que antes cada notaria fijaba el precio.
También, la Judicatura resolvió los porcentajes de participación que tiene el Estado en la facturación de las notarías. Estos montos van del 5 al 51%.
El concurso para elegir a los nuevos funcionarios en el país se inició en septiembre del 2012 y concluyó en octubre pasado. A 225 postulantes se les asignó una dependencia y 70 fueron reelectos. De estos últimos, 12 pertenecen a Pichincha, 13 a Guayas y el resto a otras provincias del país.
Ayer, la atención en las oficinas fue normal en Quito, pese a que los nuevos titulares estaban en transición de funciones. En la Séptima, el notario saliente Luis Vargas se reunió con David Pino, quien lo reemplazará en el cargo. Ante el juez V de lo Civil, Neris Segovia, se hizo la entrega de los protocolos.
Algunas se mudaron de instalaciones. El CJ dispuso que estos locales deben ser funcionales para las personas de la tercera edad y con capacidades especiales.
Por ejemplo, la notaría Décimo Novena dejó el edificio Vásconez en la avenida Amazonas y calle Ramírez Dávalos para trasladarse a la Jorge Washintgon y General Plaza.
- En Guayaquil y en Cuenca
Dos de las 12 notarías del cantón Cuenca aún no cuentan con espacios adecuados. Son estrechos y de difícil acceso para atender a cualquier usuario. Este fue el inconveniente registrado en el primer día de labores de los nuevos notarios.
Los funcionarios de estas dos dependencias tienen plazo hasta marzo próximo para reubicarse o mejorar sus espacios, señaló Irene Pesántez, directora del CJ del Azuay. La atención fue normal, pero en algunas oficinas se hacían trabajos de obra. En la Notaría Segunda, un electricista instalaba redes en el tumbado.
La titular de esa dependencia, Marcia Nieto, dijo que eran trabajos menores y necesarios para servir mejor a los usuarios. Ella no ocupó el sitio de su antecesor porque no brindaba las comodidades y rentó un piso en el edificio Amancay, en la av. José Peralta, a una cuadra de la Corte de Justicia.
Apenas un inmueble le separa a esta de la Notaría Primera, dirigida por Édgar Cevallos. Él señaló que a las 07:30 de ayer recibió el acta entrega del archivo histórico (más de 400 libros de protocolos: diligencias, reconocimientos de firmas, oficios, poderes, etc.).
El funcionario señaló que, con base en la Ley Notarial, serán custodios de los libros que tienen hasta 5 años y luego estos pasarán al Consejo de la Judicatura. Desde allí, los tomos irán a la Casa de la Cultura para que sean guardados. El país cuenta con archivos históricos desde 1820, cuando se abrieron las notarías.
Édgar Cevallos ve la posibilidad de digitalizar la información para que quede de respaldo en la entidad y el usuario pueda conseguir sus archivos sin inconvenientes.
La atención en las 42 notarías del cantón Guayaquil fue irregular ayer. Mientras unos despachos no iniciaban hasta el mediodía su atención al público, otros lucían desde temprano abarrotados de personas que realizaban trámites.
De esos 42 servidores públicos, siete son nuevos. El resto de notarios fue ratificado en sus cargos, tras aprobar el mismo concurso.
Piero Vincenzini Carrasco es uno de los nuevos notarios. Ayer, él atendió al público en la Notaría Trigésima, la misma de la que fue titular su padre, Piero Aycart Vincenzini, durante los últimos 37 años.
Ese despacho, ubicado en el segundo piso de un viejo edificio de las calles 9 de Octubre y Chile, fue uno de los más concurridos. A las 11:00, tres horas después de que abriera al público, un medio centenar de usuarios esperaba en la calle y dentro de la notaría. Vincenzini firmaba una pila de documentos, sentado detrás de un escritorio de madera, en medio de la notaría.
Tres secretarios se encargaban de sumillar los documentos. "Mantenemos el mismo ritmo de trabajo del año pasado. Esto no me coge como nuevo, porque ya laboraba con mi padre", manifestó.
Guillermo Santana, de 54 años, aguardaba en un corredor apoyado en dos muletas. Esperaba notarizar un documento para aplicar a los beneficios de la Ley de Héroes y Heroínas. "Fui víctima de un atentado en la dictadura de 1979. Una bala me paralizó la pierna".
Viviana Bazurto y su esposo recorrieron tres notarías de la ciudad para legalizar una carta de declaración de bienes. "Fuimos a la Vigésima Quinta, y nos dijeron que no nos podían atender porque les faltaban sellos; en la Sexta, que no tenían secretaria".
En las notarías
- Pida una cotización antes de contratar servicios prestados. Solicite datos de estos.
- Prestado el servicio, siempre pida una factura. Este es el único comprobante de respaldo.
- Todos los servicios notariales incluyen la entrega de dos copias certificadas sin costo.
- En las oficinas exija que los precios de los servicios se exhiban en lugares que puedan ser observados por el público.