Con carteles y vestidos de luto, los familiares de 38 víctimas de la pandemia por covid-19 en Guayaquil acudieron el viernes 27 de junio de 2020 a la audiencia de acción de protección, en la Unidad Judicial Florida Norte. Foto: Defensoría del Pueblo de Guayas.
¿Dónde está mi esposo? La frase resalta en un afiche agrietado debido a las múltiples veces que ha sido expuesto en plantones de reclamo. Adalberto Alay falleció el 29 de marzo de 2020 en el Hospital Los Ceibos del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), en Guayaquil, donde ingresó con síntomas de covid–19. Desde entonces su cuerpo no aparece.
Ayer, después de meses de reclamo, los familiares de 38 víctimas del coronavirus recibieron una luz de esperanza para poder ubicar los restos de sus seres queridos. El juez Carlos Andrade aceptó la acción de protección presentada por la Defensoría del Pueblo del Ecuador debido al extravío de cuerpos durante la emergencia sanitaria.
“Se ha declarado la vulneración del derecho a la seguridad jurídica, a la integridad psíquica y a disponer de bienes y servicios públicos de óptima calidad. Con esto se abre una esperanza para que estas familias, que han vivido una larga angustia de casi tres meses, puedan encontrar los cadáveres de sus seres queridos”, dijo la vicedefensora Zaida Rovira.
El Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos es parte del proceso de apoyo a los familiares. Un informe del organismo revela la desaparición de 76 cuerpos.
El comité se contactó con 368 personas que reportaron haber perdido un pariente durante la emergencia en Guayaquil, entre fines de marzo e inicios de abril. Fue en el pico de la pandemia por covid–19, cuando colapsaron los servicios de salud y funerarios.
Los familares de 38 víctimas de covid-19 que sus cuerpos desaparecieron han hecho plantones frecuentemente para reclamar por sus seres queridos. Foto: Defensoría del Pueblo de Guayas.
“De este total (de los 76 desaparecidos), 25 personas fallecieron en hospitales públicos y privados, mientras que 51 personas lo hicieron en sus hogares. El 97% del total de fallecidos corresponde a la clase social con más bajos recursos de los sectores norte, centro y sur de la ciudad”, cita el informe del comité, que fue incluido en el proceso.
La madrugada del 1 de abril de 2020, Flavio Ramos llevó a su padre al Hospital General Guasmo Sur. Ese día, a las 10:00, le dijeron que había muerto. Entonces comenzó los trámites para obtener el certificado de defunción, aunque hasta ese momento no recibía el cuerpo.
“Me llamaron porque no lo encontraban y dijeron que si deseaba podía ir a reconocer el cadáver. Me armé de valor y fui. Entré a la morgue del hospital, vi cerca de 200 cuerpos, unos en funda otros sin funda, llenos de gusanos… Busqué desde el sábado 4 de abril hasta el miércoles 8; fue el último día que fui. Nunca encontré a mi padre”.
La audiencia de acción de protección fue convocada para el 10 de junio, inicialmente. En dos ocasiones fue aplazada.
Mirelli Icaza, delegada de la Defensoría del Pueblo en Guayas, explica que ahora, con la sentencia del juez, también se ordenó medidas de reparación. “Estas son las disculpas públicas, la atención sicológica y física por un año a las víctimas, y la búsqueda e identificación de los cadáveres”.
La sentencia además tiene efecto interpares. Es decir, no solo acogerá el pedido de las 38 personas que fueron parte de la demanda sino el de todos quienes aún no reciben los cuerpos de sus familiares fallecidos.
La Fiscalía abrió una investigación por presuntas irregularidades en el manejo de cadáveres en hospitales de Guayaquil. Y la Policía trabaja con antropólogos para rastrear las identidades de quienes se extraviaron, a través de pericias dactilares y otras técnicas.
Carmen, la hija de Silvio Peralta, ha acudido a plantones en los exteriores de hospitales, afuera de Criminalística y de la Fiscalía del Guayas. También ha asistido a todas las audiencias en busca de respuestas, siempre vestida de luto.
Ayer portó un cartel que ella mismo elaboró, con una fotografía en la que luce sonriente, abrazada a su padre; él murió el 27 de marzo. “El juez ha actuado con humanidad. Y aunque todavía no encuentro a mi padre tengo fe que en estos días aparecerá”.