Las células madre son células no diferenciadas que tienen la capacidad de diferenciarse y pueden replicarse a sí mismas varias veces.
Estas se encuentran prácticamente en todo el cuerpo. Cuando hay un tipo de lesión, las células madre van y se acumulan en ese sitio para regenerarlo. Se ha podido identificar células en los dientes, en tejidos adiposos, en la sangre, en la placenta, en la piel.
En general, para obtenerlas se requiere de una técnica invasiva. En cambio, aquellas que se encuentran en el cordón umbilical y en la sangre menstrual están fácilmente disponibles.
Actualmente se estudia la presencia de células madre en la menstruación. En promedio se han hallado entre 5 a 8 millones de células nucleadas, que son cosechadas en cada ocasión. Pero, en algunas mujeres se ha podido ver entre 100 hasta 200 millones de células en total.
Estas son complementarias a las que se obtienen del cordón umbilical, ya que pueden ser expandidas y diferenciadas. Por ejemplo, si es que se las diferencia hacia una célula de cartílago podría ser inyectada a la rodilla, en caso de problemas de artritis. Es decir, puede usarse en distintas aplicaciones para varias enfermedades.
En cambio, las del cordón umbilical se usan para problemas de sangre, porque son progenitoras de células de este tipo.
Las pruebas clínicas aún no determinan el uso de las células de la menstruación. Hay estudios pilotos en problemas de ataques coronarios, diabetes, cura de heridas. Incluso hay un estudio dirigido a la incontinencia urinaria. Otros científicos están trabajando en el diagnóstico temprano de endometriosis. Se requiere que las mujeres puedan recopilar la sangre durante el flujo más fuerte, que no es igual en todas. En algunas pudiera ser el primer día y en otras, el tercero, por ejemplo. Ellas podrían colocar justo ese día el recipiente para poder recolectar las células. Luego estas son transferidas a un kit y enviadas a un laboratorio a una temperatura baja.
Julie Allickson, vicepresidenta del
laboratorio de Cryocell latinoamericano.