De regreso a mi hogar, luego de una jornada de trabajo, durante el recorrido del transporte intercantonal hasta Sangolquí, el bus de este recorrido mantuvo encendido el televisor que sintonizaba el canal TC.
La hora correspondía a la emisión del programa de noticias ‘El Noticiero’, y todos los usuarios tuvimos que ir mirándolo por las circunstancias de uso.
El 90% del programa noticioso, penosa y lamentablemente, correspondió a la difusión de noticias con escenas y descripción donde primaron la sangre, delincuencia, antisociales, violación, Policía y con poca posibilidad de ser enterados con noticias que correspondan a la situación social del país, en incidencias que son necesarias para un conocimiento que permita la mejora y el avance de la sociedad.
Con ese tipo de programas televisivos en los canales del Gobierno, ¿acaso conseguimos un aporte positivo o una mejora educativa como pretendemos realizar en nuestra niñez y juventud soportes de nuestro futuro social?
Es penoso reconocer que todo esto que se desarrolla en nuestros medios se denomina ‘libertad de expresión’.