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La S. Bolívar, en riesgo por un barrio

Redacción Quito

Treinta máquinas de la Empresa Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (Emmop) no pararon de trabajar ayer. Los tractores y volquetes trataban de limpiar
6 000 m³ de tierra que bloquearon la circulación en la avenida Simón Bolívar, a la altura de la barriada de La Forestal IV, en el sur de Quito.

Fue el tercer derrumbe ocurrido en 31 días. El primero se produjo  el 5 de mayo pasado y el segundo, el último domingo. 

Otro derrumbe
La madrugada del pasado 5 de mayo, un derrumbe en la avenida 
Simón Bolívar, a la altura de La Forestal, caotizó el tránsito en la ciudad. 1 500 metros cúbicos de tierra bloquearon la arteria vial por la cual circulan a más de 50 000 vehículos en las horas pico.    
Un estudio de la Subdirección de Investigación de Accidentes de Tránsito (SIAT) reveló que la av. Simón Bolívar es una de las seis vías de alta peligrosidad durante el invierno.  
Entre enero y abril de 2009,  según la Dirección Nacional de Tránsito, se registraron 47 accidentes en la vía. Los puntos de alto riesgo son la curva de Santa Rosa y la intersección con la av. Morán Valverde. “Tengo miedo. Mi casa está cerca del filo del talud y ya hemos pedido un muro de contención de cemento, pero el Municipio dice que no se puede”, señala Hilda Ordóñez, moradora.

La negativa del Municipio obedece a que el barrio, creado hace 17 años y donde habitan cerca de 120 familias, es ilegal. “Los constantes deslaves se producen por los pozos sépticos y las tuberías ilegales de aguas servidas que llegan al talud y aflojan la tierra”. Así lo explicó Armando Dávila , jefe de Emergencias de la Emmop.

“El riesgo es latente para todas las viviendas que están cerca del borde de la montaña. Tenemos que derrumbar  una parte de la peña que está cuarteada”, señaló Fausto Noboa, jefe de Obras Públicas de la Emmop.

Asimismo, Pablo Cabrera, administrador de la Zona Sur Eloy Alfaro, refirió que el Municipio se reunirá con la comunidad para evaluar los predios que están en alto riesgo.  “La única solución es la reubicación del barrio, pero eso  depende del Concejo”.

De su lado, el concejal Sergio Garnica, presidente de la Comisión de Uso y Ocupación de Suelo, explica que en caso de que el barrio no esté legalizado la reubicación es diferente. “Hay que pedir informes a la Administración Zonal, a la Unidad de Uso de Suelo y a Procuraduría.  Después,  evaluar el riesgo y ver en dónde pueden ser reasentados”.

A causa del derrumbe, los atascos se multiplicaron en diferentes puntos del sur de la ciudad. Las filas de autos iban desde la entrada a La Forestal hasta la Loma de Puengasí, ubicada a tres kilómetros.

En la vía Oriental también se sintieron los efectos del trancón. Los cierres y desvíos iban  desde la autopista General Rumiñahui hasta la av. Morán Valverde.  
Aquilino Cabrera, conductor de una camioneta D-Max, se tardó 45 minutos desde la Loma de Puengasí hasta Chaguarquingo. Lo normal son 15 minutos.

“Se supone que la av. Simón Bolívar es una vía de descongestión para la ciudad. Sin embargo, cuando hay un derrumbe o un accidente todo se paraliza”, señaló Cabrera indignado.

Estaba previsto que a las 17:00 de ayer se abriera la circulación vehicular de la av. Simón Bolívar, pero solo en un carril. “Todavía tenemos que derrumbar la parte de la peña que está cuarteada. El otro carril estará cerrado porque los trabajos continúan”, refirió Noboa.

Testimonio. Marcia Chiliquinga/ Vecina

‘Hemos luchado por ser legales’

Venimos a vivir aquí en 1992  y desde entonces hemos estado en la lucha por legalizar nuestros lotes, pero no se ha podido. En el Municipio de Quito nos dicen que esta es una zona de protección ecológica, pero no entienden que nosotros no tenemos adónde ir. Somos personas muy pobres.

Hay varias casas en riesgo porque es una franja de predios que se ubican sobre la montaña de la vía. Por eso, pedimos a los técnicos que evalúen bien si es mejor sacarnos o construir un muro de contención o una cuneta para que recoja las aguas lluvias y servidas. En todo este tiempo los derrumbes han sido constantes.