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La reforma a la salud se debate: EE.UU.

Washington. Reuters

La Cámara de Representantes de Estados Unidos abrió ayer el debate  sobre una extensa reforma al sistema de salud, que iniciaría los mayores cambios en el sector en cuatro décadas.

Incluso, el presidente Barack Obama se dirigió al Congreso en la mañana del sábado,  para reunir respaldo para la medida, antes de una votación final que los líderes demócratas dicen será reñida.

Líderes demócratas dijeron sentir confianza de asegurarse los 218 votos necesarios para su aprobación. Obama y funcionarios de alto rango de su Gobierno llamaron, el pasado viernes, a los demócratas indecisos para pedirles su respaldo y los líderes de la Cámara de Representantes sostuvieron negociaciones con miembros del partido que tienen dudas para asegurarse los votos necesarios para su aprobación.

La disputa sobre el aborto amenazó con demorar el debate, y los demócratas de ambos lados del debate negociaron en el despacho de la presidenta de la Cámara, Nancy Pelosi, sin alcanzar un acuerdo. Cerca de 40 demócratas moderados de la Cámara dicen que se opondrán al proyecto a menos que garantice que los subsidios federales no serán utilizados para pagar abortos.

Los demócratas han convencido a decenas de moderados dentro del partido, que están preocupados sobre las provisiones relativas al aborto y la inmigración que contiene el proyecto, además de el costo de 1 billón de dólares y su posible impacto en el déficit de presupuesto.

“Estamos confiados de que tendremos los votos “, dijo el líder de la Cámara demócrata, Steny Hoyer por Msnbc. “Hay algún desacuerdo sobre algunos asuntos pero hay un compromiso universal para aprobar un proyecto de reforma de salud”.

El proyecto de reforma, la principal prioridad nacional de Obama, llevaría a los mayores cambios de política sanitaria que afectarían al sector de servicios de salud de Estados Unidos, de 2,5 billones de dólares, desde la creación del programa Medicare para los ancianos en 1965.

Los republicanos de la Cámara están unidos y se oponen a la medida, diseñada para reducir los costos, ampliar la cobertura a millones de estadounidenses que carecen de seguro médico y prohibir prácticas de las compañías como negar cobertura a las personas con condiciones médicas preexistentes.

La votación representa un riesgo para Obama y los demócratas que controlan el Congreso. Una victoria en la Cámara sería un enorme paso hacia la reestructuración, cambiando la atención al Senado, que está preparando su propia versión.

Pero si la Cámara, controlada por los demócratas, no logra aprobar la medida, sería un duro golpe político para Obama.