Los padres deben acompañar a sus hijos, explicarles los riesgos en redes sociales. Foto: Ingimage.
Hogareño, de buena reputación, alguien confiable. Fue lo primero que vino a su mente al ver aquel perfil. Revisó las fotos, casi todas familiares, y aceptó la invitación.
El intercambio de mensajes terminó en una pesadilla. El joven que conoció por Facebook y dos adultos más acorralaron a la chica, de 14 años, a la salida de su colegio, en Guayaquil, la amenazaron y la llevaron a un terreno baldío. Dos fueron sentenciados a 29 años de cárcel por violación.
Las redes sociales pueden tender trampas a niños y adolescentes si no conocen claramente los riesgos a los que están expuestos. El contacto con desconocidos a través de Internet suele empezar como un juego y terminar en graves delitos, como abuso sexual, pornografía infantil y violación.
La fiscal Yoli Pinillo dirige la Unidad de Violencia de Género de la Fiscalía del Guayas. Hasta agosto han registrado 27 denuncias de contacto físico con finalidad sexual contra menores de 18 años por medios electrónicos -principalmente Facebook, Instagram, Messenger y WhatsApp-.
El Consejo de la Judicatura suma 63 sentencias por esta causa en los últimos tres años.
El delito, conocido internacionalmente como ‘grooming’, está tipificado en el artículo 173 del Código Orgánico Integral Penal (COIP) y se sanciona con prisión de 1 a 5 años. Pero puede derivar en violaciones, como ocurrió en 12 de los casos registrados en Guayas.
“Al inicio hay un acercamiento amistoso y luego tratan de concertar citas. Para hacerlo suelen halagarlos para persuadirlos de que les envíen fotos. Así los manipulan y extorsionan”, explica la fiscal.
La primera cita de la niña que fue atacada a la salida de su plantel fue en la casa del joven que conoció por Internet. Era una fiesta en la que el muchacho la presentó como su novia. Ella se asustó, lo negó y se fue.
No todo lo que circula en la red es real. Los agresores suelen camuflarse con perfiles falsos o suplantan la identidad de conocidos de sus víctimas. Para aproximarse obtienen fácilmente información cercana, porque los perfiles de los chicos suelen ser públicos.
Una cuenta de reciente creación, con pocas interacciones y escasas fotos personales son algunas de las alertas que lanza Alfredo Velazco, del grupo Usuarios Digitales. Explica que el ‘grooming’, entendido entre las políticas de uso de redes como una acción no permitida, ha generado una purga digital a escala global.
Facebook, por ejemplo, eliminó 680 millones de cuentas anómalas en el mundo.
“Estar entre los contactos y revisar juntos lo publicado, es una buena práctica entre padres e hijos. No acceda sin consentimiento”, dice Velazco.
Tanto el especialista informático como la fiscal coinciden en que no se debe satanizar el uso de redes sociales. Los niños y adolescentes son nativos digitales y estos son delitos tradicionales que ahora se valen de la tecnología. Pero hace énfasis en hablar abiertamente sobre sus vulnerabilidades y en generar la confianza para librarlos de riesgos.
La hija, de 13, de Verónica -nombre protegido- le confesó que era víctima de acoso en línea. Un hombre mayor había creado varios perfiles falsos en Facebook para acercarse y la perseguía por WhatsApp.
La niña le reveló lo que ocurría y fijaron una cita. Ese día Verónica se escondió, observó cuando el agresor se abalanzó sobre su hija y corrió a defenderla. El hombre fue detenido ese día y recientemente procesado por abuso sexual.
Las propuestas para frenar estos casos también surgen desde los establecimientos escolares. El tema es frecuente en charlas con padres y alumnos en Ecomundo. Lo afirma la psicóloga Cecilia Freire, directora del Departamento de Consejería Estudiantil.
Hay que poner lineamientos claros desde casa. No basta con dar un celular, antes hay que educar sobre su uso -dice Freire-. Tampoco es aconsejable ofrecerles planes ilimitados, como a un adulto. “Hay que limitar el acceso, el mundo virtual da apertura a mucha información, buena y mala”.
Aunque varios planteles usan las redes sociales con fines académicos, en Ecomundo esas páginas están bloqueadas. En su reemplazo usan una plataforma digital interna para tareas y reportes, a la que acceden padres y maestros.
El Ministerio de Educación recomienda que se “evite utilizar este tipo de redes sociales” para comunicación entre docentes y estudiantes, ya que puede traer consecuencias negativas para los chicos.
En Quito, una estudiante fue acosada sexualmente por un profesor durante cuatro años, a través de Internet. Sybel Martínez, del grupo Rescate Escolar, recuerda que el expediente de este caso incluyó más de 6 000 hojas de chats.
Por esta y otras historias considera necesario revisar y reformar algunas leyes para incluir los múltiples tipos de violencia sexual digital como sexting, sextorsión o ‘grooming’.