El rastro de 17 754 alumnos de Sierra y Amazonía se perdió en la emergencia

En Carchi, en julio, los padres de famillia de estudiantes entregaron 8 964 portafolios (carpetas con deberes) en los planteles

Jonathan (nombre protegido) asistía a un plantel fiscal de Quito, pero tras la llegada del covid-19 volvió a Moraspungo, en Cotopaxi, tierra de sus padres. Ahí, el chico de básica superior terminó el año 2019-2020 con dificultad.
Solo los sábados, cuando su papá salía al pueblo cercano, él lo acompañaba para revisar tareas. Antes recargaban un dólar de datos en el celular.
Lo cuenta Lorena Reinoso, del Departamento de Consejería Estudiantil (DECE) de su plantel. Desde el inicio de la emergencia dejaron de tener noticias de dos alumnos y a partir de la semana nueve del Plan Aprendamos Juntos en Casa, perdieron contacto con ocho. Entonces activaron visitas domiciliarias; verificaron que los estudiantes abandonaron la ciudad por la crisis.
“Muchos padres son albañiles y empleadas domésticas. Cuando todo se paralizó, no podían pagar los arriendos y regresaron a sus provincias, en la Costa y en la Sierra”.
Por medio de Facebook -dice Reinoso- ubicaron a varios, pero fue imposible hallar a dos.
De 1,4 millones de estudiantes de Sierra-Amazonía, se perdió el contacto con 17 754, que equivale al 1,3%, señaló la ministra de Educación, Monserrat Creamer, a la Asamblea.
Los alumnos no entregaron sus portafolios (tareas). “Pedimos a los docentes que traten de identificar dónde están para que no pierdan el año ni abandonen la escolaridad”.
En la Costa -señaló Creamer- hay dificultad para contactar a 5 600 chicos: l 0,28% de los más de 2,3 millones, que al momento se encuentran en clases.
Se hace una “tarea titánica” -dijo la trabajadora del DECE de Quito- para ubicar a los alumnos. Los han hallado en rincones de Los Ríos o Manabí. Varios perdieron a sus padres a causa del covid-19, por lo que se mudaron con familiares.
También se apoyó a estudiantes que no entregaron sus portafolios a tiempo. “Se les dio matrices listas para que puedan llenarlas, no tenían recursos para imprimirlas ni acceso a Internet”. El portafolio traía las actividades realizadas y fue la única calificación del segundo quimestre del ciclo 2019-2020. Esta nota se promedió con la obtenida en el primer quimestre.
La entrega de deberes de los alumnos de tercero de bachillerato se debía dar del 18 al 21 de mayo, mientras que los docentes de los chicos de segundo de básica a segundo de bachillerato recogieron sus trabajos del 1 al 7 de julio.