A las 07:00 de ayer, el tránsito en el sector de La Y se complicó. Hubo largas filas de autos y el sonido de los pitos era insistente.
En la entrada sur al intercambiador de la av. 10 de Agosto había tres rótulos con grandes letras rojas: ‘Prohibido el paso’.
En el otro extremo, cerca de la entrada a la estación norte del trolebús, una máquina recicladora comenzó a remover el pavimento dañado, en el carril norte-sur. Así arrancó la repavimentación del carril exclusivo.
Lareconstrucción de la vía entre La Y y la Mariana de Jesús tardará unos 90 días. Un grupo de 60 técnicos y obreros trabajará en turnos, las 24 horas. La obra fue encargada a la constructora Bueno & Castro, a un costo de USD 3,9 millones.
Para reducir el impacto sobre el tránsito vehicular se asignaron 35 policías de Tránsito. Pero ayer, los autos empezaron a encolumnarse en la 10 de Agosto, la fila se formó desde La Y hasta la Naciones Unidas. Los siete policías de Tránsito, que se ubicaron en los cruces, no pudieron agilitar la circulación.
El cabo Manuel P., quien estuvo desde las 06:00, reconoció que el cierre del paso a desnivel de La Y generó congestión. Por esa vía circula un promedio de 2 000 vehículos por hora.
Juan Castro circulaba en su vehículo a las 07:15. Él vive en la Mariana de Jesús y deseaba ir hacia la av. De La Prensa. “Antes utilizaba el paso a desnivel para circular rápido, ahora que está bloqueado, me demoraré más”. Él consideró que es importante repavimentar la vía del trole, pero le preocupaba el caos vehicular en las vías alternas. “Tendré que salir antes de casa”.
Se tenía previsto que ayer los articulados circularan por el carril derecho de la 10 de Agosto, por lo cual se programó la desviación de 153 buses convencionales por las vías paralelas, pero durante la mañana eso no ocurrió. A las 06:52, un articulado cruzó por la intersección de la av. Mariana de Jesús sin problemas.
Desde ese cruce, el carril derecho de la vía convencional, en ambos sentidos, estaba delimitado por decenas de conos tomates. A pesar de ello, los buses y autos particulares lo utilizaron.
Eso es lo que más preocupó a Fanny Colimes. “Imagínese cómo será la congestión cuando los buses ocupen el carril derecho de la 10 de Agosto”, cuestionó.
Germánico Pinto, gerente de la Empresa de Movilidad y Obras Públicas, explicó que los buses seguirán circulando por el carril central en los tramos donde sea posible.
En la avenida Amazonas, una de las vías alternas recomendadas para circular en el sentido norte-sur, también hubo congestión en la mañana. Desde la Río Coca hasta la Naciones Unidas hubo largas filas de autos.
El Municipio definió dos vías alternas. De sur a norte, la ruta es por la 9 de Octubre, Eloy Alfaro, Amazonas e Iñaquito. De norte a sur, por la De la Prensa, América, Jorge Juan y Versalles.
Cuando Telmo Martínez supo que la 10 de Agosto estuvo habilitada a todo tránsito se molestó. Él vive en el Condado y trabaja en una oficina de la 10 de Agosto y Acuña. “Tomé la Amazonas porque pensé que la 10 de Agosto iba a estar cerrada”.
Dijo que se debe informar mejor a la ciudadanía sobre los trabajos y las vías que son “clausuradas”. Los articulados comenzaron a circular por el carril derecho desde el mediodía. Hubo conductores que no respetaron la exclusividad.
Al igual que Martínez, Marissa Guerrero también circulaba por la Amazonas. Ella tocaba insistentemente la bocina al percatarse que la fila de autos no avanzaba. “Esto es un caos”, comentó.
Además, los 153 buses de ocho líneas (Carapungo-El Ejido, Camal-Hipódromo, San Juan-El Ejido, La Bota-El Churo, La Marín-San Carlos, Carcelén Bajo-La Marín, Condado-La Marín y Carapungo-U. Central) también fueron desviados hacia las rutas alternas. Mario Carrillo, conductor de un bus de la cooperativa Transporsel, aseguró que ayer tuvo menos pasajeros que otros días. “La gente tiene que acostumbrarse”.
A los costados de la 10 de Agosto aún no se terminaba de instalar las paradas provisionales para los usuarios del trole. Esto, a pesar de que las autoridades municipales se comprometieron a hacerlo hasta el fin de semana. Seis paradas debían reemplazar a los andenes Mariana de Jesús, Estadio y La Y. Otras dos iban a ocupar el lugar de las estaciones Florón y Carolina.
Carlos Poveda, gerente del Trolebús, explicó que se trabajaba en la nivelación del terreno donde se instalarán las paradas provisionales. “Si es necesario se utilizarán escaleras para el ingreso y salida de los pasajeros en las paradas provisionales”.
Patricio Mena ya estaba acostumbrado al traqueteo de los buses cuando pasaban sobre los baches. Ayer, no hubo variación en su tiempo de viaje. Hizo 20 minutos entre San Blas y La Y. No obstante, él estaba dispuesto a salir unos minutos antes para evitar posibles demoras.
El mismo plan tiene Grey Albán, quien se moviliza a diario entre Guamaní y La Y. “No puedo coger otros buses, porque me tocaría hacer muchos trasbordos y gasto más pasajes”.
El concejal Patricio Ubidia sostuvo que el pavimento tiene una vida útil de hasta 30 años. Esto es 15 años más que el asfalto. “El costo de mantenimiento del asfalto en 30 años es de USD 6,5 millones. El del concreto es de 3,2 USD millones”.
Ayer, el trolebús comenzó a operar con 105 buses articulados, cinco más que lo regular.