Con distanciamiento físico y uso obligatorio de mascarilla. Así disfrutaron los visitantes del Zoológico de Quito. Foto: Galo Paguay/ EL COMERCIO
Hasta el mediodía de este viernes 9 de octubre del 2020, alrededor de 1 000 personas visitaron el Zoológico de Quito, ubicado en Guayllabamba, parroquia rural a 30 minutos al norte de la capital.
Desde las 09:00, decenas de familias llegaban en sus vehículos y los dejaban en el parqueadero del zoológico, el cual se encontraba completamente lleno. Pagaban los boletos y hacían fila para acceder por la puerta principal.
Un guía les recomendaba seguir las medidas de bioseguridad: utilizar gel o alcohol, no sacarse la mascarilla y mantener los distanciamientos. “Mis hijos, de 2, 3 y 5 años, se cansaron del encierro. Querían ver al cóndor y al tigre”, manifestó Lorena Cedeño.
Beatriz Moreno se demoró 45 minutos en llegar desde el valle de Los Chillos hasta Guayllabamba para distraerse. “No nos queda de otra que vencer al miedo que puede generar el covid-19”, dijo.
En la entrada del Zoológico de Quito, en Guayllabamba, el guardia del establecimiento recordaba las medidas de bioseguridad que se aplican para poder ingresar. Foto: Galo Paguay/ EL COMERCIO
Martín Bustamante, director del Zoo, dijo que hubo buena afluencia de gente. Reiteró que hasta el mediodía llegaron unas 1 000 personas. Hasta las 16:00 se aspiraba a recibir unas 400 más.
En los senderos del zoológico, los guías pedían a la gente que respetaran los distanciamientos. También recibieron apoyo logístico de la Policía Nacional y el Cuerpo de Bomberos de Quito.
Bustamante agradeció a la gente y las entidades públicas y privadas que colaboraron con más de 3 000 donaciones para mantener a los animales.
Las ayudas fueron en dinero, así como con alimento balanceado. “Colaboraron plantas avícolas, también empresas productoras de hortalizas”, explicó Bustamante.
La reactivación de las visitas en el Zoológico de quito es vital para generar recursos que se destinan al cuidado de las especies que allí viven. Foto: Galo Paguay/ EL COMERCIO
De otro lado, los propietarios de los restaurantes de Guayllabamba aseguraron que paulatinamente se han recuperado de las pérdidas económicas generadas por la pandemia. “Aumentó un poquito, principalmente los domingos”, señaló Inés Tapia, dueña del restaurante llamado ‘El típico locro’, con más de 50 años de tradición en Guayllabamba.
El local permaneció cerrado dos meses por la pandemia. Entre semana llegan pocos comensales, pero las ventas suben los fines de semana. “Este feriado es muy importante para nosotros”, aseguró Tapia.
Lo mismo opinó Paola Zambrano, dueña de la ‘Cevichería y Delicia Manabita’. Cuenta que los domingos recibe un número importante de clientes, después que terminara el estado de excepción. “Cerramos tres meses, luego atendimos pedidos a domicilio, pero se vendía muy poco”, contó.
A lo largo de la vía principal de Guayllabamba, más de 50 restaurantes y heladerías atendieron al público. Unos estaban con bastante clientela y otros trabajaban con medio aforo.