Santi es el perrito que fue desalojado de la Presidencia del Ecuador y tras una revisión veterinaria se le diagnosticó que tiene obesidad. Además deberá someterse a sesiones de obediencia.
Según detalló la Unidad de Bienestar Animal (UBA) del Municipio Metropolitano de Quito, tras rescatar a Santi y trasladarlo a uno de los Centros de Atención Veterinaria, Rescate y Acogida Temporal (Cavrat). Le realizaron una evaluación clínica y etológica exhaustiva para verificar su estado de salud y comportamiento.
El informe médico de Santi reflejó que presenta una condición corporal de 5/5 (Obesidad). “Para lo cual hay que descartar enfermedades endócrinas como hipotiroidismo y Cushing mediante análisis de laboratorio”.
Los veterinarios también señalaron que el dolor de la pata derecha trasera de Santi se debe a la edad y condición corporal; “se podría presumir un proceso degenerativo en articulaciones de rodilla, cadera o columna”.
Por otro lado, los resultados de la evaluación etológica señalan que Santi debe recibir estímulos: auditivos, visuales y táctiles; así como ejercicios mentales que mejores su actividad cerebral y evitar una disfunción cognitiva por su edad; “además de sesiones de obediencia con refuerzo positivo y protocolo de desensibilización”.
Bienestar Animal señaló que Santi es un perrito de 9 años de edad y, de acuerdo con testimonios de la comunidad, fue acogido en las instalaciones del edificio de la Presidencia de la Republica del Ecuador hace cuatro años.
El can recibía cuidados de los guardias de seguridad y funcionarios de la institución.
Cuidado a perros o gatos comunitarios
El Código Municipal del Distrito Metropolitano de Quito indica en el Artículo 3320 que los perros o gatos comunitarios son aquellos que individualmente o en grupo, conviven bajo parámetros de bienestar animal con la comunidad de un sector o barrio que los atiende mediante una persona o grupos de personas debidamente organizadas.
Es obligación de quienes atienen a los animales comunitarios de: mantenerlos con identificación visible, vacunarlos y desparasitarlos, debiendo mantener el carné de vacunas actualizado, esterilizarlos y atenderlos durante su recuperación.
De igual manera, los animales comunitarios no deben presentar peligro para la salud pública, fauna nativa silvestre u otros animales, así como personas vecinas del lugar.
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