El proceso para la revocatoria del alcalde de Quito, Pabel Muñoz, comenzará este miércoles 23 de abril del 2025 con la recolección de firmas frente al Municipio. El colectivo Cuida tu voto, impulsor del trámite, instalará su primer punto en la Plaza Grande, como gesto simbólico y acto político.
Desde la otra vereda, el Alcalde sostiene que el proceso tiene motivaciones políticas y no cuenta con fundamentos válidos. Dice que se violó su derecho al debido proceso y que la causal usada —una sanción electoral por haber apoyado a la candidata presidencial de la Revolución Ciudadana en el 2023— ya fue juzgada y sancionada.
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Muñoz defiende su legitimidad como alcalde de Quito ante la revocatoria
Muñoz afirma que quienes promueven la revocatoria no presentan pruebas reales de incumplimiento de funciones. “El argumento se basa en una multa injusta que ya fue resuelta. ¿Puede alguien ser sancionado dos veces por lo mismo?”, plantea. Asegura además que el proceso incurre en irregularidades formales, como la falta de notificación.
El Alcalde defiende su legitimidad electoral y recuerda que fue electo con el 25,18% de los votos en una elección con 12 candidaturas. “Los que ahora impulsan la revocatoria no llegaron ni al 2%. ¿Eso les da más legitimidad que a quien fue electo por voto popular?”, cuestiona.
También resalta los avances de su administración. Menciona 1 300 millones de dólares en inversión, más de 100 centros infantiles construidos y la compra de una nueva flota de trolebuses. “Hacemos obras donde antes no llegaba nadie”, dice.
Para el alcalde Muñoz, deberían mostrar la prueba para definir el incumplimiento de funciones “a menos de dos años de la gestión municipal, porque mi plan de trabajo, por ponerle un ejemplo, está concebido para cuatro años, no solamente para 15 meses”.
Marroquín impulsa el control ciudadano para la revocatoria de Muñoz como alcalde de Quito
Néstor Marroquín, del colectivo Cuida tu voto, lidera la iniciativa ciudadana. Dice que se trata de un ejercicio constitucional respaldado por la Ley de Participación. Asegura que el Consejo Nacional Electoral notificó al alcalde el 21 de agosto de 2023, y que él presentó su respuesta en el plazo legal. “No se puede hablar de violación de derechos si el propio expediente lo contradice”, afirma.
La organización deberá recoger 205 000 firmas válidas, que representan el 10% del padrón electoral de Quito. Ya recibió 20 000 de los 125 000 formularios para alcanzar el millón de firmas que aspira. Además, desplegó una red de voluntarios y dirigentes barriales en todo el Distrito.
“Estaremos en las 65 parroquias de Quito durante 180 días. La demanda es enorme: nos piden que vayamos a Solanda, a Cotocollao, a todos lados”, señala Marroquín.
Subraya que esta no es una sanción judicial, sino una evaluación política directa. “Esto no es un juicio. No hay doble sanción. Es un mecanismo para que la ciudadanía diga si está o no satisfecha con la gestión”.
Tensión entre gestión y representación en la Alcaldía de Quito
El contraste entre ambas posturas es profundo. Para Muñoz, el proceso intenta bloquear la gestión municipal en nombre de intereses políticos. “No puede usarse la revocatoria como una apuesta, un deporte o un chantaje. Es tan sagrada como la elección misma”, afirma.
Para Marroquín, en cambio, la revocatoria representa una herramienta legítima de control democrático. Ante los cuestionamientos de que esto será un mal precedente que se repita en todo el país, sostiene que es todo lo contrario. “No es un mal precedente. Es un ejemplo para todas las autoridades. El poder no puede estar ajeno al escrutinio ciudadano”, sostiene.
Ambas partes ven en este proceso algo más que una disputa técnica. Es un conflicto por la legitimidad, por la forma en que se ejerce el poder y por el significado del voto popular. La jornada del miércoles marca el inicio de esa disputa en las calles.
El mensaje detrás de las firmas
El colectivo anticipa que no todas las firmas serán válidas, pero que el acto de firmar ya es una declaración política. “Así nos califiquen 30 000 firmas, sabremos que 100 000 quiteños mostraron su descontento. Esa expresión no se puede ignorar”, dice Marroquín.
El Alcalde, por su parte, insiste en que seguirá trabajando sin dejarse distraer, por lo que califica como una ofensiva sin sustento. “Quito no puede detenerse cada vez que alguien arma una campaña electoral disfrazada de revocatoria”, advierte. “Si la ciudad ganara, realmente ganara, créeme que yo hasta diría: Bueno, si yo en este momento soy un obstáculo del desarrollo de la ciudad, hago me hago a un costado”.
Este miércoles, a las 09:30, comenzará el despliegue de formularios en el Centro Histórico. En el mismo lugar donde Muñoz juró su cargo, la ciudadanía pondrá a prueba su mandato. “Si el Alcalde se anima, que también firme su propia revocatoria” porque “el Alcalde se va porque se va”, desafía Marroquín.
La elección de Alcalde de Quito, en cuestionamiento
El sistema electoral ecuatoriano ha sido parte de la inestabilidad política en Quito. En las elecciones del 2023, en las que ganó Muñoz, tuvo el 25,18% de los votos, que lo colocó como ganador entre 12 candidatos. Quien lo siguió en la preferencia de votos, fue Jorge Yunda, que tuvo el 22,20%.
El mismo Yunda, en el 2019, tampoco pudo superar el 25% de la preferencia del electorado. Solamente logró el 21,39% de los votos. En ese año, hubo 18 candidatos para ser el burgomaestre quiteño. Finalmente, fue destituido en el 2021. Fue algo que dio paso a la inestabilidad administrativa de Quito.
Diferente fue el caso de Mauricio Rodas, quien en el 2014 solo tuvo cinco rivales. Allí obtuvo el 58,5% de los votos, frente a Augusto Barrera, quien debió dejar la Alcaldía con el 38,01%.