Cuatro predios serán derrocados en Chilibulo, al ser consideradas de alto riesgo

El Municipio expropiará a los cuatro propietarios y le pagará en total USD 570 448. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO

El Municipio expropiará a los cuatro propietarios y le pagará en total USD 570 448. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO

El Municipio expropiará a los cuatro propietarios y le pagará en total USD 570 448. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO

Cuatro predios de Chilibulo, en el suroccidente de Quito, están considerados como de alto riesgo no mitigable. Un informe estructural y otro de suelos señalan que las estructuras no pueden estar habitadas. La mañana de este jueves 10 de marzo del 2016, la Secretaría Metropolitana de Seguridad del Distrito informó que serán demolidas.

De estas, cuatro viviendas serán demolidas de manera controlada y hay otros cinco predios que también presentan fuertes afectaciones en su estructura. Este viernes se realizará el estudio de suelos que será la base para que se los declare, o no, de alto riesgo no mitigable para su posterior demolición.

En los predios que serán demolidos en dos semanas, vivían siete familias en las que estaban los dueños de casa y arrendatarios. El Municipio expropiará a los cuatro propietarios y les pagará USD 570 448. “Cada uno sabe cuánto le corresponde y está de acuerdo con el monto”.

El proceso para pagar el dinero pasó a la Administración General. “Se debe declarar en utilidad pública. Una vez que esté en utilidad pública hacemos el depósito a los vecinos”, señaló Zapata.

A las otras familias (arrendatarias) se les acompañará en un plan de relocalización en uno de los plantes de vivienda que mantiene el Municipio. Solo hay una familia que no podrá entrar en estos beneficios porque no está bajo la línea de pobreza y porque tiene registrado un predio propio en Quitumbe.

Debido a la emergencia en la que se declaró al sector el pasado 25 de enero se contratará un cuarto estudio de manera directa. Los técnicos evaluarán el suelo y subsuelo en un radio de 500 metros desde donde se detectó las principales afectaciones. Con esto se tendrá certeza de lo que sucede en cerca de 400 predios del sector.

Hasta el momento, se conoce que las afectaciones en las casas se dan por una serie de galerías en el subsuelo. Estas cavernas y túneles fueron creadas por la extracción de arena para las construcciones del sur de Quito, señalan los informes.

Sin embargo, hay cuestionamientos. El concejal Eddy Sánchez pidió la presencia de los representantes de la Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento (Epmaps) para que aclare que la tubería de alcantarillado no ha producido los movimientos de tierra que produjeron las grietas en las estructuras.

Vicente Pacheco, morador del barrio que estuvo en la reunión, dijo que ha vivido 60 años sin ningún inconveniente. Él dice que los moradores tienen pruebas de que se rompió una tubería y que generó este inconveniente. Por eso, pide el informe de la Empresa de Agua Potable. Esta entidad municipal señaló en reiteradas ocasiones que los movimientos no se dan por agua que corre por las tuberías colocadas por la Empresa. Incluso introdujo robots para descartar fugas en las redes.

Las viviendas afectadas están cercadas

Tres casas están abandonadas en Chilibulo. Los inmuebles están cercados y el sector permanece con permanente vigilancia de la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT). Los efectivos impiden que carros pesados circulen por el pasaje Tarqui, desde la calle Huaca. Aunque el hueco donde cayó el vehículo en enero pasado ya está tapado, el temor es que vuelve a ocurrir.

Una de las propietarias de las casas afectadas en menor medida, quien prefiere que su nombre no se publique, expone que tras ese incidente y los arreglos en el alcantarillado realizados por la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop) "los movimientos de tierra, que cuartean las paredes han sido menos". Por esto varias familias han tomado la decisión de permanecer en sitio.

En el caso de las casas abandonadas, la situación es trágica. Las fachadas están cuarteadas. En una de las tres las paredes han cedido y han inclinado los marcos de las ventanas y los vidrios están rotos.

Otra vecina tiene sus cosas en su casa. Pero no vive ahí. Arrendó un 'cuarto' en un barrio cercano y diariamente va a su casa para observar que todo esté bien. Las personas que han abandonado sus casas, temen por la seguridad de los inmuebles.

Mientras esto ocurre, en el Municipio de Quito, el Concejo Metropolitano analiza un informe sobre la problemática por el movimiento de tierra. En esa reunión se presentaron los moradores del sector para solicitar más y mejor información sobre los estudios realizados.

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