En apenas dos meses, Quito reporta un repunte alarmante de fallecidos en siniestros de tránsito. La disminución de controles de velocidad y el deterioro en la gestión del tránsito coinciden con este incremento, según alertan expertos.
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Estas son las calles con más muertos y siniestros de tránsito en Quito
Entre enero y febrero de 2025, Quito reportó 602 siniestros, 338 personas lesionadas y 43 fallecidos, según datos de la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT). Esta cifra representa un aumento del 43% en muertes, en comparación con el mismo período de 2024, cuando se registraron 30 víctimas fatales.
¿Por qué subieron las muertes por siniestros de tránsito en 2025?
Pamela Villacrés, experta en movilidad de Bloomberg, atribuye este repunte a la eliminación de controles de velocidad, que en 2023 ayudaron a reducir las cifras. “Las noches son las horas más riesgosas y antes, con las restricciones, la gente no salía. Hoy volvimos a una aparente normalidad sin control”, explicó.
Villacrés considera urgente retomar los operativos permanentes de velocidad. Aunque destaca campañas visuales como las implementadas en La Carolina, insiste: “Si no hay sanciones, las campañas no bastan. Se necesita control real”.
La experta también advierte que la Mariscal Sucre ya no debe ser tratada como vía rápida. “Se ha convertido en un entorno urbano con viviendas y comercios, por lo tanto, su límite debe reducirse a 50 km/h”, dijo. Agregue que en zonas críticas como La Magdalena se deben hacer inspecciones viales y mejoras de infraestructura.
Alfredo León, también especialista en movilidad, refuerza esta mirada. Para él, el problema es estructural y responde al aumento del parque automotor en vías sin mejoras. “Más vehículos en las mismas calles —y muchos en peor estado— es igual a más siniestros”, sostiene.
Según el Informe de Calidad de Vida 2024, el parque automotor crece a una tasa del 5% anual, con 602 599 vehículos matriculados en 2023. Este ritmo de expansión es 10 veces mayor que el crecimiento poblacional, lo que agrava la circulación. Por su lado, la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT) emitió matrículas por primera vez a 48 057 vehículos en 2024.
León también cuestiona la falta de educación vial, la informalidad en las escuelas de manejo y la ausencia de control estatal real. “Tenemos una crisis de licencias otorgadas sin capacitación y sin revisión técnica vehicular. Así no se puede hablar de movilidad segura”, afirma.
Ambos coinciden en que la falta de controles permanentes, la impericia de conductores, el mal estado de las vías y la deficiente planificación urbana son factores que inciden directamente en el aumento de muertes.
Motociclistas y peatones, los más vulnerables
Los motociclistas son los actores viales más afectados: representan el 42% de los fallecidos y el 35% de los lesionados en siniestros. Le siguen los peatones, con 35% de muertes y 29% de heridos.
Los datos también muestran que:
- El 30% de los fallecidos tenía entre 20 y 29 años.
- El 84% de las víctimas fatales fueron hombres.
- La mayoría de los siniestros ocurren los sábados y domingos, y entre las 07:00 y 09:00 y 17:00 a 20:00.
Así se proyecta el futuro: más muertos si no se actúa
El contraste entre los datos reales y las metas del Plan de Seguridad Vial de Quito es preocupante. Mientras el plan proyectaba 170 muertes para 2025, los datos actuales indican una proyección de 279 víctimas fatales, casi el doble, según el Visor de Siniestralidad de Quito.
Si la tendencia se mantiene, en 2030 se superarían las 350 muertes anuales, muy lejos de las 109 que el plan plantea como objetivo.
¿Qué se necesita? Educación, sanción y gestión estructural
Villacrés propone medidas concretas: educación vial real, operativos permanentes de control de velocidad y rediseño urbano de vías que hoy se comportan como arterias rápidas, pero ya son entornos urbanos.
León añade que es urgente implementar un sistema de caja común en el transporte público para eliminar la competencia entre autobuses, una de las causas de conducción temeraria. También reclamamos reformas profundas en la Agencia Nacional de Tránsito y la AMC, con énfasis en erradicar la corrupción, mejorar la señalización y fortalecer la gestión vial.