Los recursos económicos destinados para las obras del Metro, en este 2016, se ajustarán. Según lo planificado se iban a invertir USD 745 millones. Foto: Alfredo Lagla / EL COEMRCIO
La realidad económica que atraviesa el país se refleja en las finanzas municipales de Quito. A diferencia de años anteriores, para estos últimos meses del 2016 se prevé que el presupuesto aprobado -USD 1 512,4 millones incluido el Metro- tenga una reducción.
Solo en el caso de las asignaciones para las 12 secretarías se plantea un ajuste de alrededor de USD 32 millones menos.
Los factores que inciden en esta decisión son tres, según datos de la Administración General del Municipio.
El primero tiene relación con la aprobación de la Ley de Equilibrio de las Finanzas Públicas, en abril pasado, en la Asamblea. Esta norma dio pie a que las asignaciones anuales que realiza el Gobierno central al Cabildo quiteño disminuyan en USD 10 millones.
La segunda, la Ley de Contribución Solidaria, de mayo pasado, incrementó el Impuesto al Valor Agregado (IVA), del 12% al 14%. Esto obligó a asumir costos no previstos, que representan alrededor de USD 3 millones extras, precisó Miguel Dávila, administrador general del Municipio de Quito.
Finalmente, casa adentro, el pago de los impuestos municipales es menor al esperado. Por ejemplo, en la recaudación de los prediales, durante el primer semestre del 2016, existe una diferencia de USD 4,7 millones menos con relación al mismo período del 2015. En este rubro se pasó de 40,1 millones a 35,4 millones, según cifras oficiales del Cabildo.
Esta situación financiera resulta inusual. En la gestión del exalcalde Augusto Barrera y lo que va con el burgomaestre Mauricio Rodas, en las reformas presupuestarias se tendía a realizar incrementos, recordó Jorge Albán, concejal (Alianza-País) e integrante de la Comisión de Presupuesto.
El año anterior, por citar un caso, se pasó de USD 1 077 millones a 1 115 millones. Fueron 38 millones adicionales. Pero hoy la situación es otra.
En función de esta realidad financiera, la actual administración planteará algunos ajustes. La premisa será no afectar a la ejecución de las obras, al sector social ni al cultural.
Los recortes se aplicarán en entidades municipales que no hayan ejecutado el presupuesto, según lo planificado, sostuvo Marco Ponce, concejal (SUMA-Vive) y presidente de la Comisión de Presupuesto.
Hasta junio, la ejecución presupuestaria (uso de recursos) de las dependencias municipales llegaba al 40%.
Aparte, para optimizar el uso de los recursos económicos -que actualmente son limitados- se tiene planificado emitir una nueva resolución de austeridad para el Cabildo. Esta será más rígida que la del 2015. “El panorama es sumamente complejo”, agregó Dávila.
En la planta central, se analizarán recortes para disminuir el gasto corriente: salarios, horas extras. La estabilidad laboral de los funcionarios será respetada. No se tiene previsto un plan de despido de personal.
Los recursos destinados para el pago de gasto corriente del Cabildo (sueldos, servicios básicos) representan el 20 % de todo el presupuesto. Asciende a alrededor de USD 317,7 millones. La cifra es representativa, porque se maneja un sistema municipalista y no corporativo, enfatizó Ponce.
Otra área en la que se aplicará un ajuste a la baja será el Metro. Según lo planificado se iban a destinar USD 745 millones, pero según Dávila por un retraso en el inicio de la obra -23 de abril formalmente- se disminuirá el monto.
Para viabilizar todos estos ajustes, el Concejo analizará la propuesta de reforma presupuestaria en dos sesiones. Se espera que el primer debate se efectúe hasta mediados de agosto del presente año.
Mientras tanto, está planificado que los trabajos en los intercambiadores de Carapungo, en la av. De los Granados, la renovación de las paradas del Trole, la extensión de la Ecovía a Guamaní continúen.
En el caso de la solución Guayasamín y la compra de los 80 biarticulados cuentan con inversión privada. La primera línea de los Quito Cables, en cambio, se hará con recursos propios (USD 30 millones).
A pesar de contar con financiamiento para esta última obra, Albán planteó priorizar el gasto y optimizar la recaudación de tributos para generar más recursos propios.
De todo el presupuesto, un 27 % (USD 412,4 millones) corresponde a recursos del Municipio. El resto es financiamiento internacional para el Metro y asignaciones del Estado. Pero en estas últimas existen retrasos.
A junio, el Estado tenía una deuda de USD 51 millones con el Cabildo, informó la Administración General. En esta cifra constan los aportes pendientes estatales, el retorno por el pago del IVA y la entrega de los valores por multas de tránsito, matrículas y revisión vehicular. Esto repercute en la liquidez del Municipio, coincidieron las fuentes consultadas: Dávila, Ponce y Albán.
Para afrontar las consecuencias de esta recesión, Víctor Hugo Albán, presidente del Colegio de Economistas de Pichincha, planteó además buscar fuentes de financiamiento externas para los nuevos proyectos, generar incentivos para motivar a los contribuyentes a seguir pagando los impuestos y establecer alianzas con empresas privadas.