Parques en mal estado atraen a delincuentes y bebedores en Quito

El agua de la pileta del parque La Raya, sur de Quito, está amarillenta y emana olores nauseabundos. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO

Llenos de basura y con los juegos infantiles deteriorados, así luce la mayoría de parques y jardines de Quito. En estos espacios, la hierba llega a la altura de las rodillas en el caso de los adultos; y si de niños se trata, se pierden ­entre la maleza.

Esta situación la padece a diario Susana Sánchez, quien acude al parque lineal La Raya, en el sur de Quito. Con un palo que sujeta con la mano va removiendo la basura que se atraviesa en su trayecto. La mujer de 37 años comenta que han realizado varias solicitudes a las autoridades para que den mantenimiento al parque, sin embargo, no han obtenido respuesta.

Otra de las problemáticas que viven los moradores y usuarios de las zonas verdes de la ciudad es la inseguridad. Hace seis meses, un joven perdió la vida en manos de la delincuencia.

Hay personas que se esconden entre los arbustos o en las casetas para delinquir. A esto se suma que a partir de las 18:00 el parque se convierte en tinieblas; hay postes para las luminarias, pero ninguna funciona. Pocas personas se atreven a caminar debido a la oscuridad y al temor por la presencia de personas en situación de mendicidad.

La inseguridad y el mal estado del parque La Luz es una preocupación constante de los vecinos.

Paúl Polanco tuvo que cambiar sus entrenamientos de básquet a la mañana y dice que cuando empezó la pandemia del covid, los delincuentes se robaron el cableado de las luminarias del parque. “Desde ahí vivimos en constante zozobra”.

En este mismo lugar, María Elena Pazmiño intenta pasear a sus mascotas por allí, pero evita las hierbas “No hay un control de los espacios, también es responsabilidad de los ciudadanos cuidarlos”, advierte. Por allí tampoco ha pasado una podadora durante al menos los últimos tres meses, según los moradores.

Pero este panorama también lo viven los vecinos del norte de la urbe. En el parque de Carcelén Alto, en las bases de la infraestructura de una tarima, varios sujetos instalaron una covacha con plásticos y cartones para hacer del ­parque su morada.

Según los transeúntes, de ese ­lugar salen los asaltantes que atacan a los peatones. “Es lamentable. A pocos metros del parque se ­encuentra una institución muni­cipal y no hace nada para desalojar a esas personas que pernoctan día y noche en ese sitio. Son un peligro”, mencionó Samuel Pérez, habitante del sector.

En el parque de Carcelén Alto los juegos infantiles están en mal estado y los vecinos están preocupados.

En otro punto del norte, los moradores del parque de La Luz dicen que, a partir de las 12:00, desconocidos se dedican a ingerir bebidas alcohólicas y otras sustancias. Patricio Álvarez pide al Municipio y a la Policía Nacional que inter­vengan de forma inmediata, los robos son recurrentes.

“Primero les piden dinero, luego les quitan los celulares, relojes, carteras, entre otras pertenencias”, afirma Álvarez.

La maleza también se ha adueñado de las bancas y los juegos infantiles, que ya se ven oxidados y despintados. Casi nadie se acerca allí. Por eso, aunque los vecinos no pueden hacerse cargo de todo, sí se organizan para quitar por lo ­menos la basura de los alrededores y realizar controles.

En el parque del barrio La Gatazo, una niña sufrió un accidente al colapsar uno de los juegos infantiles.

Mantenimiento de áreas

Para mejorar los parques de la ciudad, Lorena Izurieta, coordinadora de la Dirección de Mantenimiento de Espacios Verdes de la Epmmop, explicó que entre enero y agosto de 2022 se ha realizado el mantenimiento de 2 536 hectáreas, con una inversión de más de USD 4,3 millones, y así cambiar la imagen de inseguridad.

Según la funcionaria, en 2022 se han recuperado aproximadamente 280 hectáreas más, en relación con las áreas trabajadas en 2021, cuando se intervinieron 2 259 hectáreas. Entre el mantenimiento comprende el desalojo de escombros vegetales, reparaciones a mobiliarios y juegos infantiles, poda de árboles y jardineras. Al año, cada parque tiene al menos tres intervenciones.

Contra la delincuencia

Según cifras de la Fiscalía General del Estado, entre enero y agosto de 2022 han sido asaltadas 3 438 personas. 823 se produjeron en la mañana; 1 008, en la tarde; y 1 145, en la noche.

Una de las primeras acciones de la Empresa de Obras Públicas en 2022, con el objetivo de reducir la inseguridad en estos lugares, fue asignar 77 guardias privados a 15 de los parques más grandes.

Para la funcionaria de la Epmmop es importante que exista una corresponsabilidad ciudadana para que cuide de estos sitios, pues también se ha evidenciado que varias personas vandalizan los juegos infantiles o se los roban.

Durante el recorrido que este Diario realizó por varios parques de la ciudad constató que los juegos tenían grafitis, al igual que las señaléticas.

Mariela Carrillo, dirigente del barrio La Garzota, sur de Quito, dijo que se han organizado con los vecinos para controlar los alrededores del parque de su sector.

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