Sillones, sillas, mesas y un parlante sirvieron para armar un escenario improvisado sobre la calle Joaquín Pinto, una de las más concurridas actualmente en La Mariscal, en el centro norte de Quito.
Para acompañar a esta presentación, otros propietarios de los locales ubicados en esa vía sacaron parte de su mobiliario a la vereda para ‘tomarse la calle’ con el objetivo de atraer a comensales y visitantes a este punto de la urbe.
La activación se dio la noche del viernes 1 de octubre del 2021como una iniciativa de los mismos comerciantes y que ahora esperan el apoyo del Municipio. Joaquín Pinto, de Blue House, es uno de los organizadores de esta activación y cuenta que el objetivo es replicar la idea al menos cada 15 días.
El fin de semana pasado, la primera jornada tuvo acogida y atrajo a moradores y otros visitantes. Pero como complemento, Cervantes resalta en lo necesario que deben ser los controles en el espacio público, para evitar las ventas ambulantes, el trabajo infantil y otros problemas que aquejan a este barrio desde hace varios años.
La iniciativa busca reactivar las visitas de la ciudadanía a este sector, que es uno de los sitios más turísticos de la capital. Foto: Fotos: Cortesía Administración Zonal La MariscalSelma Merino, propietaria de dos hostales en esta misma zona, coincide en la falta de control y de un plan general que abarque a todas estas iniciativas ciudadanas en un esquema integral. “Para recuperarnos necesitamos que el Municipio elabore uno solo plan moderno y con cambios de fondo”.
Merino destaca que el barrio es uno de los más emblemáticos de la capital por lo que es un valioso atractivo turístico que no debe descuidarse. “Cualquier cosa que se haga en el barrio interesa al país y a la ciudad”, agrega, y destaca que eso solo será posible si se endurecen los controles para evitar el desorden durante las noches.
La concejala Analía Ledesma presentó, el miércoles pasado, un plan para la creación de gabinetes permanentes de las Zonas Turísticas en este sector. El objetivo, explicó la edil, es motivar a la reactivación económica de la ciudad.
Esa propuesta apoya estos proyectos que surgen desde los vecinos para que se apropien de los espacios públicos de todo el barrio para incentivar su recuperación. La idea también incluye un taller de embajadores turísticos para atraer visitantes a la zona.