Análisis Urbano
Son 23 los días que han pasado desde que Mauricio Rodas asumió la Alcaldía de Quito y, poco a poco, la responsabilidad y la presión propias de este cargo se hacen presentes o, por lo menos, trascienden a través de declaraciones oficiales, pedidos de sectores ciudadanos o pronunciamientos de analistas.
No pudiera ser de otra forma, la administración de Quito no dejará de ser compleja.
Es una urbe que obliga a decidir y actuar en el corto, mediano y largo plazos. La movilidad, por ejemplo, es un tema que tiene aristas tan importantes como el trolebús y el metro.
Justamente, esta semana se generó noticia en estos dos campos. En el primero, el Observatorio Ciudadano de la Movilidad planteó a la administración municipal la declaratoria de la emergencia del trole.
Argumentó las condiciones operativas y de servicio actuales.
En el segundo, el Metro, el Alcalde informó sobre su decisión de ampliar, en un mes, el plazo para la apertura de sobres para conocer las ofertas de las cuatro empresas interesadas en la segunda etapa de este sistema. También incrementó, en seis meses, la construcción; es decir, este se concretará en 42 meses.
Tránsito, transporte, movilidad son temas importantes en la cotidianidad de los quiteños, sea como peatón o como conductor. Involucra a todos. Por eso es su importancia y el impacto social de las medidas que se tomen a su alrededor.
Las reducciones de las multas para quienes infringen el pico y placa o la zona azul, de no tener su secuela en la educación de la población y en el mejoramiento de los controles, puede resultar contraproducente y generar caos y problemas en varios puntos del Distrito Metropolitano.
La tarea es compleja y no dejará de serlo. Por esto, preocupa que cargos importantes relacionados con tránsito y transporte todavía no estén cubiertos, en especial aquellos relacionados con la planificación.
Se habló de que el equipo estaba completo.
Corre el tiempo. No hay que acelerar, pero sí, avanzar.