El 60 % de las personas en movilidad humana que se encuentran en Quito cree que su vida estaría en riesgo si vuelve a su país de origen, según reveló una encuesta difundida este jueves 11 de agosto por la oficina en la capital de Ecuador del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).
La agencia de la ONU concluyó que el estudio, en el que se entrevistaron a 742 familias migrantes o refugiadas procedentes de Colombia y Venezuela, “indica un alto nivel de necesidad de protección internacional en las personas en movilidad humana que residen en Quito”.
El 69 % de las personas encuestadas en la capital ecuatoriana han solicitado o piensan solicitar asilo en Ecuador, más de la mitad de ellos provenientes de Colombia.
Según la encuesta, el 72 % de las personas entrevistadas tienen como prioridad acceder a necesidades básicas como alimentación, vestimenta y vivienda.
El 61 % está empleada, pero sólo el 4 % tiene un trabajo formal y el 57 % depende de trabajos informales para satisfacer sus necesidades.
“La integración oportuna de las personas refugiadas y migrantes es clave para facilitar su protección y que puedan rehacer sus vidas de manera autosuficiente”, dijo el representante del Acnur en Ecuador, Giovanni Bassu.
“El proceso de regularización que está pronto a iniciar será clave para muchas personas que actualmente quedaron por fuera del sistema de protección“, dijo Bassu en referencia a la nueva regularización que el Gobierno de Ecuador hará de inmigrantes, especialmente de venezolanos.
Ecuador es hogar de uno de los números más altos de personas reconocidas como refugiadas y el tercer número más grande de personas refugiadas y migrantes de Venezuela.
La provincia de Pichincha alberga casi 108 000 personas refugiadas y migrantes.
El 63 % ha sufrido discriminación
Asimismo, el estudio reflejó que el 63 % de los encuestados ha sufrido algún tipo de discriminación en su vida diaria, una dinámica que consideran recurrente.
No obstante, el 51 % afirmó tener una relación positiva con su comunidad de acogida y el 87 % de estas personas quiere quedarse en Quito.
La cercanía a servicios e instituciones del Estado, así como la percepción de acceso a mayores oportunidades de empleo, hacen que la ciudad se erija como un destino predilecto para la población en movilidad humana, según señaló el Acnur.
La agencia de la ONU apuntó que esa percepción “pone en relieve la necesidad de generar políticas públicas y programas que incluyan a esta población en el desarrollo de la ciudad”.
Acnur indicó que trabaja con sus socios en Ecuador para apoyar a las personas refugiadas y otras en movilidad humana a rehacer sus vidas en el país a través de iniciativas de asistencia, protección y soluciones. Pero a la fecha solo ha recibido el 19 % de los fondos requeridos para responder a esas necesidades.