El alcalde de Quito, Pabel Muñoz, y el presidente del Ecuador, Daniel Noboa, anunciaron el viernes 6 de diciembre su compromiso para extender el Metro de Quito hasta Calderón, la parroquia más grande de Ecuador, con 500 000 habitantes.
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Durante la Sesión Solemne por la conmemoración de los 490 años de fundación española de Quito, Pabel Muñoz pidió al Gobierno Nacional apoyo económico para este proyecto.
¿Qué dijeron Daniel Noboa y Pabel Muñoz sobre la extensión del Metro de Quito?
“Señor Presidente (…) nosotros estamos listos con nuestros recursos; BID, CAF, Banco Mundial y Banco Europeo de Inversiones están listos con sus líneas de crédito. Con el apoyo económico del Gobierno Nacional, el Metro llegará más pronto a una parroquia rural que tiene más población que varias ciudades del país”, afirmó Muñoz.
Resaltó que esta inversión es rentable no solo por el menor consumo de CO2 y la reducción de muertes en la vía pública, sino también por el aumento en productividad y competitividad.
En respuesta, el presidente Noboa aseguró el respaldo del Gobierno para la extensión del Metro:
“Tenemos que hacerlo llegar hasta Calderón. El Metro de Quito sin una parada en Calderón está incompleto. Como lo conversé ayer, tiene mi compromiso para trabajar y que Calderón tenga acceso al Metro”.
El Metro de Quito realizó 52 millones de viajes en su primer año de operaciones, con un promedio de 147 000 viajes diarios.
Opiniones sobre la ampliación del Metro
La concejala Analía Ledesma señaló que Quito necesita soluciones inmediatas para mejorar la movilidad. Aunque apoya el proyecto, enfatizó que la extensión del Metro podría tardar alrededor de 10 años en concretarse.
“No estoy en contra del proyecto, pero el Municipio también debe enfocarse en soluciones rápidas para la movilidad. Los valles siguen sin buses que conecten con Quito, y el sur de la ciudad enfrenta problemas similares”, afirmó.
Ledesma también instó al Municipio a resolver las deficiencias en rutas y frecuencias del transporte público para atender a la mayor cantidad de usuarios posible.
El plan de modificación de rutas y frecuencias se inició el 22 de junio, y buscaba rediseñar el 100% de las rutas y responder a 146 solicitudes de mejora presentadas por los barrios.
Análisis financiero y prioridades del Municipio
Wilson Merino, concejal de Quito, señaló que el Municipio debe establecer prioridades claras antes de embarcarse en una ampliación del Metro.
La propuesta actual, estimada en un costo de entre 500 y 600 millones de dólares, se presenta en un contexto de campaña. Esto genera dudas sobre su viabilidad real.
“La deuda de la primera línea del Metro de Quito asciende a mil millones de dólares. Hay que evaluar si el Municipio tiene capacidad de endeudamiento adicional. Más deuda significa menos recursos para inversión social”, expresó Merino.
Además, sugirió que Quito podría priorizar proyectos de generación eléctrica o sociales, y mejorar el sistema de rutas y frecuencias del transporte público.
También destacó la necesidad de garantizar la seguridad de las mujeres en los sistemas de transporte de superficie y avanzar en la implementación de una tarifa integrada de 60 centavos para la Ecovía, el Trolebús y el Metro, algo que ya debería haberse ejecutado.
Estudios sobre la viabilidad de la extensión
Según Ledesma, los estudios realizados durante la construcción del Metro indicaban que la viabilidad de una expansión debía analizarse después de cuatro o cinco años de operación del sistema actual. Por otra parte, mencionó que el Trolebús también requiere mantenimiento y renovación de unidades.
El Metro de Quito, que conecta Quitumbe con El Labrador, tuvo un presupuesto inicial de 1 499,9 millones de dólares. Los costos se incrementaron a 2 009 millones de dólares.
La discusión sobre la ampliación plantea dudas sobre la capacidad financiera del Municipio y la necesidad de evaluar las verdaderas prioridades de la ciudad.
Alfredo Banderas, exsecretario de Movilidad de Quito, afirmó que la extensión del Metro es una idea valiosa, pero debe evaluarse en su contexto.
“El costo por kilómetro del Metro de Quito está en alrededor de 100 millones de dólares, lo que genera una deuda de más de 2 000 millones para la ciudad”, señaló.
Banderas explicó que ya existía un plan con estudios previos para conectar Calderón mediante buses articulados hasta El Labrador. El costo aproximado era de 150 millones de dólares, significativamente menor que extender el Metro.
Además, indicó que la situación económica de Quito y del Ecuador dificulta la ejecución de proyectos de esta magnitud. Planteó que deben analizarse tres aspectos clave:
- La sostenibilidad económica del proyecto.
- La participación del Gobierno Nacional como fuente de financiamiento.
- Alternativas más económicas, como sistemas de transporte sobre superficie con transbordos.
Banderas sugirió que un modelo de gestión compartido con la empresa privada podría ser más eficiente, ya que considera que el sector público ha administrado mal sistemas como la Ecovía y el Trolebús.
En resumen, Banderas indicó que una extensión del Metro es viable, pero solo si se concesionan las administraciones y se evalúan alternativas con menor costo, como sistemas masivos de transporte hacia Calderón con tarifas unificadas.