Cuando empezaba la pandemia, en el 2020, Karen Ansatuña se quedó sin empleo. Cinco años atrás, mientras todavía estaba estudiando, la joven que ahora tiene 29 años empezó el sueño de tener su propio centro de fisioterapia. “Poco a poco me compré una camilla, una bicicleta. Así fue hasta que tuve todo lo necesario”.
Hace un año, Karen cumplió su meta. Vio una oportunidad en su barrio El Triángulo, ubicado en el sector de La Ferroviaria, en el sur oriente de Quito. “Muchos no le tienen fe, pero es mi barrio y siento que tenemos la capacidad de crecer y de dar oportunidades a más personas”.
Ella es una de los jóvenes de este populoso barrio que dieron a conocer sus emprendimientos este domingo 3 de octubre del 2021, en la feria Juntos los Jóvenes Emprenden. Esta reúne más de 50 iniciativas del barrio, que busca reactivar su economía tras la crisis del covid-19.
Karen conoce a vecinos de bajos recursos a quienes no les cobra por sus servicios. Incluso les ofrece servicio a domicilio. Además, la joven señala que una sesión de terapia en su centro cuesta entre USD 8 y USD 10, por lo que es accesible para la gente del barrio.
Los vecinos del sector pasaron momentos difíciles en esta pandemia y por eso quieren mejorar su situación, ofreciendo sus productos a su comunidad. En El Triángulo habitan alrededor de 150 familias, señala su presidente, Arnaldo Gálvez.
Los jóvenes ven esta feria como una oportunidad para ayudar a sus familias. Melanie Riera, de 18 años, decidió explotar su gusto y su capacidad para realizar trenzas africanas. La chica cobra entre USD 3,50 y 10 por ese servicio.
Con eso, cuenta que ayuda a sus padres a pagar la pensión de la carrera de belleza que está siguiendo y además cubre otros gastos personales. “La feria nos ha unido y eso ha hecho que además se reduzca la inseguridad en el barrio”.
El presidente señala que moradores de zonas aledañas les consultan sobre esta estrategia para replicarla. Esperan organizar nuevas ediciones cada mes y con eso también buscan alejar problemas de inseguridad, alcohol y drogas. “No lo hemos solucionado, pero sí nos sentimos más seguros con el mejor ambiente que se genera en estos encuentros”, dice Gálvez.
Mientras paseaba por los stands de distintos emprendimientos, Nelly Correa contó que las ferias le parecen positivas para el barrio y para moradores como ella. “Aquí encontramos productos de buena calidad, que normalmente teníamos que ir a buscar en otros lugares. Lo mejor es poder apoyarnos entre nosotros y consumir lo propio”.
El barrio autogestionó este evento y cada vecino puso su grano de arena. El presidente Gálvez dijo que el Municipio les prestó las carpas. Un morador colaboró con el discomóvil y además recibieron el apoyo de la Banda de la Policía Nacional, que presentó un número musical.