Los pisos del Mercado Chiriyacu tienen fisuras y los techos están desgastados. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
El incendio en el local 61 de la plataforma número 2 del Mercado Mayorista, en el sur de Quito, se produjo por un accidente y se descarta que hubo un cortocircuito en los sistemas eléctricos.
Esa fue la conclusión a la que llegó el Cuerpo de Bomberos (CBQ). “Se utilizaron parrillas con carbón para madurar fruta. Eso generó una transferencia térmica de la temperatura hacia las mantas y cartones que estaban acumulados ahí”, manifestó el comandante del CBQ, Esteban Cárdenas.
Este suceso prendió las alertas sobre las seguridades y problemas de infraestructura en algunos de los 58 centros de abastos, ferias y plataformas. Este Diario recorrió seis mercados: Mayorista, San Roque, Chiriyacu, La Floresta, Central y San Francisco. En tres se constató que hay problemas de instalaciones eléctricas, de agua, pisos.
Los dirigentes y comerciantes coinciden que se requiere una modernización. Por ejemplo, los galpones en donde operan los 1 397 locales del Mayorista son viejos y las estructuras de algunos lucen oxidadas. El asfalto de las calles y pasajes está desgastado y hay baches.
Los cables, algunos remendados con cinta adhesiva, cuelgan desordenados por encima de los techos de los galpones y se conectan a los medidores de electricidad.
Para Elizabeth Guerrero, presidenta de Asofrut, que representa a los comerciantes de frutas, las conexiones de energía son obsoletas y teme que se produzca otra tragedia como la del sábado, donde 28 locales se destruyeron. “Hace seis años presentamos un proyecto de modernización del mercado y no nos han escuchado”.
Juan Báez, presidente de la Federación de Mercados de Quito, asegura que la mayoría de centros de abastos necesitan una intervención urgente y tienen los mismos inconvenientes. Él tiene su puesto en Chiriyacu, un mercado del sur de 3,8 hectáreas de extensión y con más de 3 000 comerciantes.
Los pisos de ese sitio tienen fisuras, los techos están desgastados por el paso del tiempo. Los vendedores se quejan de que hay un solo medidor de electricidad para 300 puestos, lo cual genera dificultades a la hora de pagar las tarifas.
También hay complicación con el agua. En uno de los baños se arroja el líquido con un balde en el inodoro cuando no hay ese servicio.
Cárdenas señala que los sistemas de electricidad deben mejorar en los centros de abastos. La próxima semana se harán inspecciones para analizar las condiciones. Antes ya hubo controles en los sitios en donde se vende comida.
“Estaremos con la Agencia de Coordinación Distrital de Comercio (ACDC), para ver otros puntos de riesgo”. Luego se emitirán las recomendaciones y la priorización de las medidas de seguridad.
Rommel Rosero, coordinador de la ACDC, indica que el año pasado se invirtieron USD 2,2 millones en los mercados La Floresta, San Francisco, Tumbaco y Solanda. Se trabajó en la reparación y mantenimiento de baños, alcantarillado, adecuación de puestos, pisos, techos, cubiertas, etc.
Para este año se destinarán USD 2,8 millones para 10 sitos, entre ellos Central, Arenas, Chiriyacu, Cotocollao, Conocoto, Calderón, El Arenal.
Además, se trabaja revisando los planes de contingencia. El objetivo es actualizarlos con la conformación de las brigadas, incluyendo los recursos de prevención como extintores y otros dispositivos de seguridad.
Las conexiones eléctricas en el mercado San Roque lucen como tallarines amarrados con alambres sobre la planta baja del edificio. Los pisos de la zona donde se venden tubérculos tienen decenas de huecos y más de seis ventanas están rotas.
Para Luis Herrera, comerciante de papas, se debería dar mantenimiento a las cubiertas en época de lluvias.