Diversión y buena vecindad en el Quito Juega

En el coliseo de La Moya. Los vecinos de ocho barrios de Los Chillos participaron en la competencia. Hubo cuatro juegos tradicionales.

El Quito Juega ya tiene a sus dos primeros finalistas. El barrio San Francisco (ganó en la eliminatoria en Los Chillos) y El Quinche. La competencia se extenderá a las otras administraciones zonales, que también deberá escoger a sus representantes, para la final que se cumplirá el 17 de noviembre.
El Quito Juega busca fomentar la actividad física y la participación ciudadana en los barrios.
Este año se ha implementado el concepto de Quito Juega saludable. El propósito es incentivar en las familias quiteñas el uso de comida sana y nutritiva. Francisco Quiñónez, de la Dirección de Deportes del Municipio, informó que por medio de los juegos se difundirán consejos sobre cómo alimentarse y vivir saludable.
En la competencia realizada en el coliseo de La Moya, el fin de semana pasado, participaron los moradores de ocho barrios de Los Chillos. En el césped se ubicaron ocho carpas, en cada una de ellas 12 vecinos gritaban el nombre de su barrio. La barra de El Tingo no dejaba de alentar a su equipo. Los competidores planeaban su estrategia. El coordinador de cada sector escogía a los vecinos que participarían en los cuatro juegos: los ensacados, pico y placa, el caserito y la rayuela saludable.
En el último, los moradores participaron disfrazados de madres y niños. Para Liliana Guasumba, del barrio Cuendina, fue divertido jugar a la rayuela, porque además pudo ejercitarse.
En la competencia de pico y placa, donde los participantes tenían que derivar, con pelotas pequeñas, cada uno de los días de la semana, la puntería fue la mayor dificultad. Superada esta parte, los concursantes corrían y tomaban un carro elaborado de cartón, para parquearlo al otro lado del estadio. Cuando lo lograban, se subían al trole. Este juego tenía como fin incentivar en las personas el uso del transporte público.
Otro de los certámenes fue el caserito. Ahí, los vecinos se disfrazaron de comerciantes y compradores. “Nos faltó fuerza para lanzar los productos grandes confeccionados con cartón”, señaló Zoila Ordóñez, habitante de Ullibus.
El juego final fue el de los cocos. Ahí, se enfrentaron los barrios de San Francisco y Los Álamos. En esta competencia, los adultos mayores demostraron su fuerza y puntería. “Hace 50 años que no jugaba cocos. Cuando estaba en la escuela siempre competíamos con mis compañeros”, recordó Pedro Silverio, de 62 años.
Las próximas competencias se realizarán en las administraciones de Calderón, Quitumbe, Manuela Sáenz, Eugenio Espejo, Eloy Alfaro y culminarán en La Delicia, en noviembre.
El propósito es recobrar el sentido de vecindad en los barrios. Quienes ganen tendrán la oportunidad de escoger obras para beneficio de los vecinos, que serán financiadas por el Cabildo.