Las personas acudieron al cementerio de El Tejar para visitar a sus difuntos este 2 de noviembre del 2018. Foto: Vicente Costales / EL Comercio
Familias enteras aprovecharon este 2 de noviembre del 2018 para recordar a sus seres queridos. Lo hicieron con rezos, arreglos florales, tarjetas, música y comida.
Las calles aledañas del cementerio de El Tejar, en el centro de Quito, se vieron llenas de personas. El tráfico vehicular estuvo moderado y los comerciantes aprovecharon para ofertar desde colada morada hasta almejas y hornado.
Además de arreglos, flores y tarjetas cuyos precios iban desde 50 centavos hasta dos dólares, se ofrecían frascos para agua, servicios de limpieza y pintura. Dentro del camposanto las familias aprovecharon para arreglar las tumbas y lápidas. Otros prefirieron limpiar y darle más colorido con flores y estampas.
Viviana Ordóñez acudió con su esposo a visitar la tumba de su suegro. Ellos acostumbran a arreglar la lápida con un retoque de pintura y colocar flores. La mujer dijo que esta fecha es la oportunidad para recordar las cosas buenas que se compartió con esa persona que ya no está en este mundo.
Las tradiciones familiares, los recuerdos y la fe fueron elementos de este día.
El cementerio de San Diego, en el centro, también recibió a gran cantidad de personas. En las afueras no faltó la oferta de platos típicos como hornado, fritada y la colada morada con guaguas de pan.
En ese lugar se evidenció otro tipo de costumbres. Algunos grupos de mariachis ofrecían su música a los difuntos. Las familias los contrataban para que toquen las canciones favoritas de quienes partieron. El llanto y los abrazos eran imágenes recurrentes en cada espacio.
En el cementerio de San Diego, los deudos llevaron Mariachis a sus difuntos. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO
Para otros la tristeza no es parte de la conmemoración de esta fecha. Así los dice Xavier Fernández. Para él es un día en el que confluyen muchas tradiciones, pero sobre todo el amor hacia los seres queridos que dejaron la tierra. Él junto con su esposa visitaron a su padre, quien falleció hace 6 meses. Colocaron arreglos. Canciones de Queen, The Beatles y otros grupos de rock resonaban en el lugar. Xavier acostumbra a colocar música a su padre cada vez que lo visita. “ Es la música que él siempre escuchó, la que siempre le gustó”.
Una dinámica diferente se vio en el cementerio de La Magdalena, en el sur de la ciudad. El camposanto es comunitario y tiene más de 100 años.
Alberga a más de 3 000 difuntos, explicó Alejandro Tipantaxi, secretario del Comité administrativo. Ahí la banda de músicos El Gremio tocó la marcha fúnebre. Esta tarde, a las 15:00, estaba previsto un recorrido teatral. Con esa actividad finalizaba la jornada por el Día de los Difuntos.
Durante la mañana el tráfico no presentó mayor inconveniente. En las calles cercanas a los cementerios hubo presencia de agentes civiles de Tránsito, agentes metropolitanos y de la Policía Nacional.