Únicamente seis puertas estuvieron abiertas este 1 de noviembre. Mañana estarán habilitadas 10, desde las 07:00 hasta las 19:00; y el fin de semana, nuevamente, abrirán seis. Foto: Elena Paucar/ EL COMERCIO.
La nostalgia envolvió a Francisco Concha. “Aunque estén fallecidos se los lleva siempre en el corazón”, dijo sin lograr contener las lágrimas frente a la tumba de su madre, ubicada en la parte más alta de uno de los pasillos junto a la puerta 12 del Cementerio Patrimonial de la Junta de Beneficencia de Guayaquil.
Él, al igual que otras personas, optó por visitar el camposanto este jueves 1 de noviembre de 2018. Decidieron adelantarse para evitar el peregrinaje de visitantes que suele atiborrar los corredores. Cada año por el Día de los Difuntos el cementerio recibe a unas 600 000 personas.
Únicamente seis puertas estuvieron abiertas este día. Mañana estarán habilitadas 10, desde las 07:00 hasta las 19:00; y el fin de semana, nuevamente, abrirán seis.
En los exteriores hubo una antesala del operativo que se desplegará mañana, en el que participarán agentes de la Policía Nacional, de la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM), de la Policía Metropolitana y el Cuerpo de Bomberos.
La ATM coordina el cierre de vías aledañas, que serán habilitadas exclusivamente para los peatones. Algunas líneas de buses y autos particulares deberán tomar vías alternas, que ya han sido establecidas para los cinco cementerios de la ciudad: el Patrimonial, ubicado junto al Cerro del Carmen; el Ángel María Canals, en el suburbio; Parques de la Paz, en El Fortín; Jardines de la Esperanza, frente a la ciudadela Martha de Roldós; y el Panteón Metropolitano, en la vía Perimetral.
Cada año por el Día de los Difuntos el cementerio recibe a unas 600 000 personas. Foto: Elena Paucar/ EL COMERCIO.
Los vendedores de rosas copan las veredas que rodean el Cementerio Patrimonial. En estos puestos se puede encontrar ramos naturales y artificiales desde USD 1.
Jacinta Vera compró algunas flores para su padre, su sobrino y otros familiares. En cada parada limpió los nichos, los adornó y elevó una corta plegaria. “En otras ocasiones hemos venido el mismo Día de los Difuntos. Pero mañana iremos a ver a mi mamá, en Jardines de la Esperanza”.
Luis Jaramillo, en cambio, no pudo visitar a sus seres queridos. Este pintor, experto en letras góticas, ofrecía retocar y devolver la vida a las palidecidas lápidas, marcadas por el sol y el tiempo. “Ya podré verlos en otra ocasión”, dijo como consuelo.
Este camposanto de la Junta de Beneficencia funciona desde el año 1823. Se calcula que conserva más de 700 000 tumbas, entre ellas las de políticos, cantantes y personajes destacados del país.
Por su arte y valor histórico, en el 2003 fue nombrado Patrimonio Cultural Nacional. Pero pocos se detienen a contemplar la belleza de los cristos tallados en mármol, de los ángeles y las plañideras.
Para Tatiana Galarza no había tiempo. Debía tomar atajos entre los mausoleos para ubicar las bóvedas de ocho allegados, entre ellos su padre y su abuelo. “No solo venimos por hoy, siempre estamos pendientes de acompañarlos”, dijo en la sexta parada del día.