Angustiados, sin poder conciliar el sueño por las noches y con el temor de que su casa se desplome. Así han pasado durante los últimos cinco años Ángel Valdivieso y su esposa Carmen Padilla. Su vivienda está ubicada en el sector de Solanda y desde 2018 se formaron unas pequeñas fisuras en las paredes de su inmueble. Sin embargo, fueron pasando los años y las líneas que se observaron en principio se convirtieron poco a poco en grandes grietas. “Pensamos que la casa se nos iba a caer encima” mencionó Valdivieso.
El panorama cambió desde el sábado 18 de junio. Esta fue la primera familia de Solanda en ser relocalizada en el plan habitacional Victoria de Sur, ubicado en Guamaní, en el sur de la ciudad. Este proyecto es ejecutado por la Alcaldía de Quito, a través de la Empresa Pública Metropolitana de Hábitat y Vivienda (Epmhv).
Jaime Pérez, gerente general de la Epmhv, explicó que este proceso se acoge desde que se aprobó en marzo de 2022 la Ordenanza Metropolitana 031 que establece el régimen de excepción para las familias que tienen afectadas sus viviendas, en Solanda, pueden recibir la intervención del Municipio para arreglarlas.
Mencionó que la empresa les ha otorgado un inmueble en calidad de préstamo, al menos durante seis meses y que, dependiendo de las circunstancias, se puede extender a un año. Los beneficiarios de este proceso no pagarán los servicios básicos, como agua y luz eléctrica.
Proceso de reubicación
Freddy Nieto, director metropolitano de Gestión de Riesgos, mencionó que mediante un informe técnico elaborado por la Administración Zonal Eloy Alfaro, se identificaron 47 inmuebles que son calificados en riesgo alto mitigable, que pueden ser intervenidos conforme el Régimen de Excepción de la Ordenanza Metropolitana 031-2022.
De estos 47 inmuebles, que se destacan en riesgo alto mitigable, ya se notificó a los dueños de 30 predios, de los quienes 10 necesitan una reubicación temporal y los otros 20 requieren de obras de mitigación específicas y que no necesitan salir de su hogar.
Nieto mencionó que están trabajando para contratar una consultoría para determinar las causas de las afectaciones de las viviendas de Solanda. “Estamos en un proceso para la adjudicación de la empresa consultora que va a determinar las causas, los tiempos establecidos los está llevando Metro de Quito”.
Este Diario le consultó a Metro de Quito, pero el Departamento de Comunicación informó que la vocería se está coordinando desde diferentes entidades, como la Secretaría de Inclusión Social y la Secretaría de Seguridad y Gobernabilidad de Municipio de Quito.
Una nueva vida
Para Carmen, este departamento es un espacio que ahora les da la tranquilidad de que van a vivir seguros, mientras que el Municipio se encarga de reparar su vivienda.
A diferencia de su antiguo hogar, menciona que este lugar es pequeño, pero acogedor. Desde el balcón de su cocina tiene una vista panorámica del sur de Quito. Con este cambio quedó solo en su memoria el temor que sentía al ver que su vivienda, en cualquier momento, podía colapsar.
Aunque han pasado 10 días desde que llegaron a su nueva morada, Carmen y Ángel aún recorren su departamento con recelo, no se acostumbran al cambio. Dejaron atrás una vivienda que los acogió por 35 años. En este lugar -cuentan- el escenario es diferente, en el ambiente se siente paz y está alejado del trajín de Solanda, un lugar lleno de vida y comercio.
Con nostalgia recuerda que durante un año realizaron varias solicitudes al Municipio para que poder ser reubicados. “Ahora ya es una realidad, participamos en mesas de trabajo con vecinos, autoridades y así fue como inspectores de la Secretaría de Seguridad ejecutaron estudios en mi vivienda y determinaron que ya no era habitable”, menciona Carmen.
A decir de los vecinos, desde que se inició la construcción de una de las estaciones del Metro de Quito, en julio de 2017, las casas comenzaron a cuartearse; los techos, a abrirse y las paredes, a inclinarse.
Segundo Tapia, morador del sector, cuenta que hace 35 años construyó su casa y junto con su esposa formó una familia.
A finales de este mes de junio va a abandonar su vivienda, para ser parte del plan habitacional. “Me da mucho pesar tener que irme a otro barrio y dejar a mis nietos, a mis vecinos, pero es por mi seguridad y la de mi esposa”.
Entre la nostalgia de cambiarse de casa también le da alegría saber que su hijo, Óscar Tapia, también se acogió al plan. El traspaso se realizará sin ningún costo y estará a cargo del Cuerpo Metropolitano de Agentes de Control, hasta instalarlos en sus nuevas viviendas.