Los cortes de luz se volvieron parte de la jornada laboral en Ecuador. En Quito, dueños de negocios hablan sobre las afectaciones.
Los cortes de luz son de, al menos, seis horas. A través de redes sociales de instituciones públicas se difundieron los horarios.
En el norte de Quito, en la calle Isla Floreana, Kimberlly González, quien trabaja en los Helados de Paila de Pomasqui, cuenta que las ventas han disminuido en un 20%.
No obstante, la afectación es principalmente en los productos. En algunos casos deben volver a procesarlos o, incluso, desechar.
El local tiene 13 años en el norte de Quito y atienden de 10:00 a 18:00. Este miércoles, 17 de abril de 2024, el corte fue de 13:00 a 18:00, contó la comerciante.
Trabajos paralizados
No solo en los locales que expenden productos se puede notar la afectación. También en espacios como Back Line Studio, en el sur de Quito.
Iván Pantoja comenta que el estudio tiene siete años. En el lugar, además del servicio de grabaciones, cuentan con sala de ensayos y áreas para clases musicales.
En un día laboral, en promedio, ensayan tres bandas. Los fines de semana, este número aumenta.
Cuando hay cortes de luz, la jornada en Back Line Studio, en la av. Ajaví, se paraliza. Como cuenta Pantoja, los cuartos son acústicamente aislados y no ingresa luz natural. Además, los equipos funcionan con energía eléctrica.
En el lugar trabajan dos personas, entre clases, producción musical y sala de ensayo.
En el barrio La Primavera, sobre la av. Occidental, la realidad se replica. Alexis Torres, tienen un centro de cómputo, diseño y servicio técnico de computadoras.
Entre los principales clientes de Torres están en los estudiantes de un colegio aledaño. En un día de clases, atiende al menos a 40 personas. Con la suspensión de la jornada estudiantil, debido a los cortes de luz, por dos días, ese número baja a no más de 10.
Del negocio dependen Torres y su madre. “Cuando no hay clases no sale para pagar nada, porque se gana al día y un día sin ingresos es bastante perdida”.