Unas 80 personas manifestaron ayer en el km 4 de la Ruta Viva, por las sanciones. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO
El próximo viernes 19, la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT) recibirá por segunda vez a un grupo de usuarios que reclama cobros indebidos de multas por exceso de velocidad en los radares de los kilómetros 4 y 11 de la Ruta Viva.
Definieron esta nueva cita luego de que el pasado jueves 11 de julio de 2019 unos 80 ciudadanos protestaran en la vía periférica, para pedir la nulidad de las multas y la revisión de los radares, pues creen que están defectuosos. Algunos piden incluso que los retiren.
A esa nueva cita, el director de la Agencia, Danny Gaibor, llevará un informe comparativo, por meses, de la cifra de sanciones emitidas en los 18 radares que hay en Quito. La idea es analizar si hay un comportamiento anómalo en la tendencia que revele un posible problema específico con los radares de la Ruta Viva, que emiten unas 400 fotomultas por día.
Según la AMT, las fotomultas emitidas en la Ruta Viva bajó de USD 6,1 millones en el 2017 a 5 millones en el 2018. Sin embargo, no informó el monto de multas en lo que va del 2019.
Este fue un pedido de un grupo encabezado por Carolina Campaña y su esposo, José Miguel Gómez, quienes dicen haber juntado a más de 500 afectados. Para el plantón de ayer, se organizaron en un grupo de WhatsApp con más de 150 personas que esperan no tener que pagar las multas. Otros quieren un reembolso.
Según los posibles afectados, hay quienes han recibido multas por cuatro y hasta 10 veces en la Ruta Viva, entre el 18 de febrero y mayo pasado. Pero señalan que los casos más graves van del 18 de abril en adelante. La mayoría vive o trabaja en zonas como Cumbayá, Tumbaco o Tababela, y por ello usan siempre la Ruta Viva.
Eduardo Feijóo, vecino del sector, dice que es injusto pagar por cuatro multas en meses cuando no había tenido ninguna en años, porque -indica- conduce con precaución.
Lo mismo aduce Gómez, quien vive en la zona hace 18 meses y en abril tuvo cuatro notificaciones. A su esposa le ocurrió algo similar, pero con seis multas. Por eso, Campaña empezó a buscar en redes sociales más casos como los suyos. Encontró gente que tiene sanciones reiterativas por la misma causa y a día seguido o incluso en el mismo día. Ellos creen que el problema se da luego de las calibraciones a mediados de cada mes.
Gaibor les ofreció entregar ayer, vía casillero judicial, un informe que solicitó tras recibir la queja el 17 de junio pasado, que señala que los equipos están en perfectas condiciones. En el documento constan datos de calibración, homologación y funcionamiento como respaldo técnico. Por ello, invitó a los manifestantes a reunir pruebas de sus quejas. Dijo que sin ellas, él no puede tomar una decisión administrativa que los exima de sus deudas.
Gaibor dice que la Ruta Viva es la vía que más fotomultas registra, porque tiene varios carriles, es mayoritariamente recta y está en buen estado. Por eso, la gente acelera más que en otras como la Simón Bolívar, que tiene más siniestralidad y curvas.
Marco Peñaherrera contó que este año tiene ocho multas, por casi USD 1 000. “El año pasado para poder matricular mi auto pagué USD 2 900 en multas y 800 en intereses. No te dejan alternativa. Cada una cuesta USD 118 y para impugnar, necesitas un abogado que cobra 100”. Dice que cuatro de sus ocho multas son repetidas.
Gaibor recomienda la impugnación por ser la vía legal. Según la AMT, en el 2018 hubo 281 impugnaciones, de las cuales 158 fueron ratificadas y 123 no se concretaron.
Otros usuarios afirman que el radar toma la foto de un vehículo, cuando el que excedió la velocidad fue otro. La AMT explica que eso no es posible pues el radar detecta a un carro sobrepasando el límite de 90 km/h metros atrás y lo sigue. Solo le toma la foto si al pasar por el dispositivo supera ese margen y no puede multar a dos carros al mismo tiempo.