Las razones por las cuales la Mariscal Sucre en Quito es la vía donde ocurren más atropellos

La av. Mariscal Sucre cruza la capital de sur a norte. Evelyn Jácome /EL COMERCIO

La avenida Mariscal Sucre no solo es la vía más larga de Quito con casi 31 km, también es donde ocurren más atropellos y arrollamientos.   

Según la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT) entre enero y abril del 2023 ocurrieron en todo el Distrito 814 siniestros que dejaron 549 lesionados y 58 fallecidos.   

De ellos,  152  fueron atropellos o arrollamientos cuyo resultado fue 159 personas heridas y 23 personas que perdieron la vida.  

Es decir, el 40% de personas que han muerto por siniestros de tránsito fueron víctimas de atropellos.  Y la Mariscal Sucre es la avenida donde más sucesos de este tipo ocurren.

¿Por qué? Alfredo Viteri y Lenin Morales, expertos en movilidad, identificaron cinco razones.  

La extensión 

La avenida atraviesa la ciudad de sur a norte y cruza por 85 barrios. Empieza en Carcelén, en el extremo norte y termina en Guamaní, en el sur. Bordea prácticamente toda la ciudad por el extremo occidental. 

Tiene además, en la mayor parte del trayecto, seis carriles: tres de ida y tres de regreso. Por ella circulan más de 75 000 autos cada día.  

La velocidad incorrecta  

El límite de velocidad a lo largo de la Mariscal Sucre es de 70 kilómetros por hora para buses y 90 kilómetros por hora para vehículos livianos, lo que la convierte en una vía rápida.

Cuando fue construida, en 1976, se la contempló como una vía colectora-distribuidora y periférica. Pero hoy está integrada a la ciudad.

Por esa razón -dicen los expertos- la velocidad máxima debe ser de entre 30 y 50 kilómetros dependiendo del tramo. 30, cuando hay cerca establecimientos educativos, centros comerciales, o lugares de aglomeraciones.   

Falta de cruces peatonales  

La vía cuenta  con apenas cinco pasos peatonales desde Carcelén hasta Miraflores, pero todo ese tramo está rodeado de viviendas.

El único sector donde no hay conjuntos habitacionales es entre la Escuela de Educación Física y el túnel de San Juan, por el lado occidental.

A lo largo del resto de la vía, hay casas, locales comerciales, gasolineras, farmacias, centros comerciales y demás.

Es importante habilitar cruces cebra, que son más eficientes que los elevados porque no obligan al peatón a subir gradas, sino que hacen que sea el auto el que se detenga.

Además, cuenta con 167 cruces y sirve para atravesar la ciudad de sur a norte. Solo dos vías cumplen con ese objetivo: la Simón Bolívar y la Mariscal Sucre.   

Falta de educación vial  

El irrespeto a las normas viales es otro de los problemas. Según la AMT, una de las infracciones más frecuentes en esta arteria es el exceso de velocidad, es decir, los conductores superan los 90km/h.

También hay quienes no respetan los semáforos y los cruces peatonales. Por esa razón, es fundamental trabajar en una cultura de prevención. Para lo cual es fundamental la capacitación y la educación vial desde las aulas.  

Poca conciencia de la vulnerabilidad del peatón  

Los conductores no terminan de entender que el peatón es la persona más vulnerable de la vía y que en caso de un siniestro siempre se llevará la peor parte.

Las personas deben manejar a la defensiva y estar pendientes de que en la calle siempre existe la posibilidad de que un niño cruce a la carrera, una persona despistada se baje a la calle o alguien se tropiece.   


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