La banda callejera Latin Kings se originó en Chicago en los años 40, integrada por inmigrantes latinoamericanos discriminados en Estados Unidos. En Ecuador la pandilla despuntó en los 90 del siglo XX. Pero buena parte de sus integrantes se reinsertaron a la sociedad en el 2007.
No obstante, facciones de los Reyes Latinos continúan inmersos en la violencia criminal. Es más, actualmente los Latin Kings son una de las bandas involucradas en hechos de violencia en la Penitenciaría del Litoral, en Guayaquil. Esto, en medio de una disputa de al menos cuatro bandos.
La violencia, que aparentemente había dejado atrás, volvió el pasado sábado 14 de mayo por Manuel Zúñiga o “King Majestic”, el “Inca” o líder de los Latin Kings en Ecuador.
Él, su pareja y su pequeño perro terminaron acribillados en el interior de un auto en Conocoto, al oriente de Quito. Sujetos armados con un fusil les dispararon desde otro vehículo en movimiento.
Cando el auto de la víctima se chocó con un poste, los sicarios se bajaron a rematarlos disparando en repetidas ocasiones. El violento ataque quedó registrado en video.
Legalización de los Reyes Latinos
En Ecuador, los Latin Kings tomaron fuerza en Guayaquil, pero se extendieron rápidamente a ciudades como Quito. Zuñiga, representante legal y presidente de los Latin Kings, dirigía junto a sus “hermanos” un negocio de servicio gastronómico tipo catering en la capital.
Pero la pandemia golpeó a las micro empresas que los Reyes y Reinas Latinos reinsertados formaron con ayuda gubernamental y de las universidades del país. El proceso de pacificación, junto al de la pandilla de Los Ñetas, inició en el 2005 en el gobierno del expresidente Rafael Correa.
El proceso inédito de legalización de las pandillas juveniles condujo a una reducción de los homicidios en más del 70% en Ecuador, en una iniciativa destacada por medios internacionales.
Disidencias de la pandilla
Pero el propio Zúñiga reconocía que existieron divisiones y disidencias. En principio solo 20 pandilleros accedieron a legalizarse, como parte de una organización con vida jurídica. Luego, más de mil pandilleros de diferentes bandas se unieron a la iniciativa, cansados de la discriminación y la guerra entre grupos.
Zuñiga, de 46 años y originario de Durán, nunca dejó de reconocerse como un pandillero, según le dijo a la BBC Mundo en un reportaje del 2018. Se unió a la pandilla, que consideraba como una hermandad, en un barrio del norte de Guayaquil.
En Quito el “Inca” podía vestir sin problemas de amarillo y negro, con el simbolo de la corona dorada, junto a sus “hermanos”. Algo por lo que en otros países los Kings pueden ser asesinados.
Billy Navarrete, director ejecutivo del Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos (CDH), indicó que existieron disidencias que quedaron al margen del proceso de paz. Y ahora están vinculadas a organizaciones criminales. Nunca se incorporaron a economías lícitas, dijo.
“Hay que distinguir que ese proceso de reinserción de esa enorme agrupación llamada Latin Kings tuvo facciones”, explica Navarrete. “Es decir, tuvo disidencias que no se involucraron con los procesos de de reinserción ni mucho menos tuvieron acceso a pequeños fondos para micro emprendimientos”.