La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) concluyó hoy, en la clausura de la reunión semestral en Panamá, que la principal amenaza para los periodistas americanos son los asesinatos y que Argentina, Venezuela y Ecuador son los países del continente americano donde es más complicado ejercer el periodismo.
En sus resoluciones, la organización fue especialmente crítica con Ecuador, en especial sobre la Ley de Comunicación, aprobada por la Asamblea en junio del 2013. Por ello, la SIP resolvió “denunciar que la Ley de Comunicación no es un instrumento para democratizar la comunicación, y que si aplicación restringe la libertad de expresión y de prensa”.
Además, el organismo advierte que la creciente concentración de medios de comunicación en manos del Gobierno conspira contra el fortalecimiento de la democracia y rechaza que el Gobierno pretenda convertir a la comunicación en servicio público de jerarquía constitucional.
La SIP además rechaza el “progresivo control que el Gobierno está ejerciendo sobre las redes sociales e internet”, así como la “persecución que la Superintendencia de Comunicación despliega contra caricaturistas y humoristas”.
La SIP fue muy crítica con situaciones de censura directa o restricciones legales a los medios por parte de gobiernos de todo el continente, especialmente en Venezuela, Ecuador y Argentina.
“La censura es el arma que utilizan los gobiernos a través de diversas acciones” que representan “cortapisas a la libre difusión” en medios de prensa y en redes sociales, dice el documento final.
Según la SIP, en Ecuador se han aplicado más de 30 sanciones a medios, periodistas y caricaturistas y se han cerrado las cuentas a cinco usuarios de Twitter en los últimos seis meses, mientras que en Venezuela han sido procesados 8 tuiteros.
“Determinados regímenes y países como Venezuela, Ecuador o Argentina persiguen al periodismo, lo acosan o lo restringen a través de legislación y establecen censuras u obligan a la autocensura”, manifestó el presidente de la SIP, Gustavo Mohme.“No podemos permanecer pasivos con las libertades que están siendo cercenadas”, añadió.