‘Angelito’ lo llamaban con aprecio todos sus ex colegas de la radio La Luna. Su nombre completo es Ángel Serafín Astudillo Carchipulla, quien desde el 26 de julio del 2010 se convirtió en el presidente de Radio Producciones La Luna, Ravimus, según los registros actualizados de la Superintendencia de Compañías.
Su antecesor fue el hoy asambleísta de Alianza País, Paco Velasco, quien ocupaba ese cargo desde junio del 2005.Astudillo es un campesino, oriundo de Pedro Vicente Maldonado, y su nombramiento como presidente ha sorprendido a más de uno de sus ex compañeros, que desde la semana pasada fueron liquidados. Eso debido a que La Luna cambió de programación, para convertirse en una estación con perfil deportivo.
La sorpresa se debe a que desde hace más de cinco años él cumplía las funciones de portero y mensajero de la estación. “Ese era su trabajo, durante varios años”, dice Daniel Peña, quien se encargaba del manejo de la consola de sonido en esa radio, hasta fines del 2010.
Dos ex trabajadores, que pidieron mantener la reserva de su identidad, confirman que por su cargo de portero, Astudillo vive en un pequeño cuarto de la emisora. Hace unos tres meses, a uno de ellos le llamó la atención que él le comentara que había accedido fácilmente a un préstamo para un carro, por tener el cargo de presidente de la compañía.
Ayer, este Diario entrevistó telefónicamente a Astudillo, quien ratificó que seguía viviendo en el inmueble donde funciona la radio, pero que actualmente no ocupa ningún cargo, sino solo es presiente y socio de La Luna, junto con Ataúlfo Tobar. “Cualquier pregunta adicional, llámele al asambleísta Paco Velasco”.
En los archivos del SRI, Astudillo no está registrado como contribuyente. En el 2007 y el 2008 no pagó impuesto a la renta. Pero, es dueño de dos autos. El SRI registra su dirección en las avenidas América y Rumipamba, donde funciona la emisora.
La Fiscalía indaga a Ravimus
La Fiscalía mantiene abierta una indagación sobre la venta de frecuencias, con base en un informe de la Secretaría Nacional de Transparencia de Gestión.
Dentro de esta investigación se incluye la venta de la concesión a Radio Producciones La Luna, Ravimus, por parte de la compañía Almorán, en 1997.
El proceso de venta empezó el 15 de diciembre de ese año, cuando Pedro Almeida y Jenny Morán solicitaron al Conartel la autorización para la venta de equipos y el traspaso de la concesión de la frecuencia a Ravimus.
El 18 de marzo de 1998, el Superintendente de Telecomunicaciones recomendó que se terminara la concesión, ya que esa frecuencia fue asignada a radio Morena de Guayaquil y solo era una repetidora en Quito. Pero el 30 de julio de 1998, el Conartel autorizó la comercialización.
“Almorán vendió la frecuencia 99.3 a Ravimus, conociendo que era una repetidora de la señal que se matrizaba en Guayaquil, y que se comercializó un bien del Estado”, concluye el informe.