Sin una mayoría absoluta se instalará la nueva Asamblea

La bancada correísta de la Asamblea Nacional impulsa el proyecto que plantea la creación de una renta básica universal financiada con papeles del Banco Central. Foto: Archivo/ Julio Estrella/ EL COMERCIO

La bancada correísta de la Asamblea Nacional impulsa el proyecto que plantea la creación de una renta básica universal financiada con papeles del Banco Central. Foto: Archivo/ Julio Estrella/ EL COMERCIO

Imagen referencial. El 14 de mayo del 2021 se instalará la nueva Asamblea. Foto: archivo/ EL COMERCIO

Para que la nueva Asamblea logre la aprobación de proyectos de ley y resoluciones se requieren 70 votos; tras las elecciones generales del domingo 7 de febrero del 2021, esta mayoría absoluta no la tiene ninguno de los bloques partidistas.

Con las proyecciones preliminares, el bloque correísta se perfila como la primera fuerza política, al concentrar cerca de 50 de las 137 curules. En segundo y tercer lugares se ve que Pachakutik (PK) y la Izquierda Democrática (ID), que tenían una menor presencia en el Legislativo, ahora adquieren una mayor representatividad.

El Partido Social Cristiano (PSC), en cambio, se ubica en cuarto lugar con la ayuda de alianzas, que le han acompañado en varios períodos legislativos, como Madera de Guerrero en el caso de Guayas.

Daniel González, experto electoral, sostiene que en este resultado mucho tiene que ver la capacidad de “arrastre” que tuvieron los candidatos presidenciales de las tres primeras organizaciones políticas. En el caso de Unes, la representación mayoritaria la obtiene en 14 de las 24 provincias.

La ID sobrepasa los 15 asambleístas, al haber estado acompañados por un candidato que sorprendió en las elecciones. “Todos los que votaron por Xavier Hervas, que tuvo ­­un respaldo de 16%, votaron ­en plancha por sus asambleístas; eso se evidencia en Loja, El Oro, Pichincha e incluso en Guayas, lo que era impen­sable en elecciones pasadas”, re­firió el experto.

Pachakutik, cuyo presidenciable Yaku Pérez es el más opcionado para competir con Andrés Arauz (Unes) en una segunda vuelta, tendrá 14 más para este periodo.

González cree que “si la elección de asambleístas fuera en una segunda vuelta, la composición sería completamente distinta”. Añade que no es la primera vez que algo así sucede, pues recuerda que en 1998 pasó algo parecido cuando llegó a la Presidencia Jamil Mahuad y la Democracia Popular (DP) tuvo una fuerte presencia en el Congreso, y con Rafael Correa, en los 10 años que estuvo en el poder.

El saldo de estos comicios es menos auspicioso para la alianza Creo-PSC, que impulsó la candidatura de Guillermo Lasso para la Presidencia, pero que tuvo listas separadas para la Asamblea Nacional.

De los 32 puestos que llegó a ocupar Creo en la actual Legislatura, en alianzas con otros movimientos como SUMA en el 2017, ahora solo tendrá 12.

El PSC, en cambio, en alianza con movimientos locales -c­omo Unidad Primero y Madera de Guerrero- obtuvo buenos resultados en Guayas, Manabí, El Oro, Esmeraldas y Santo Domingo, así como en la circunscripción centro-norte de Pichincha, donde tendrá uno de los 16 escaños.

En la orilla de las minorías estarán Avanza y la alianza Honestidad (Concertación y Partido Socialista), con dos curules cada una. Otras ocho organizaciones políticas tendrían un puesto cada una para poder operar (ver infografía).

Los resultados se desprenden de 39 457 actas procesadas (96,685%) hasta la tarde de ayer, 9 de febrero del 2021. González cree que el método de asignación de escaños Webster perjudica a Unes y al PSC para que se les designe ­un mayor número.

“Con este método hay mayor fragmentación política y hay mayor representación; cuando hay un escenario de muchas organizaciones políticas, sí es un escenario de conflicto en cuanto a la gober­nabilidad”, dijo.

El matemático Luis Miguel Torres, sin embargo, sostiene que las proyecciones no demuestran “una dispersión tan grande como se esperaría, al pasar del método D’Hondt al Webster”, que da mayor ventaja a las minorías.

En el caso de asambleístas nacionales, 14 de las 15 curules quedaron en manos de las cinco fuerzas políticas más representativas en estos comicios generales.

La suerte es distinta para Alianza País (AP) que, según las proyecciones, no tendrá una sola curul. “Creo que le pasó factura no tener un candidato fuerte.

Y también ellos están cosechando todo lo que han sembrado, y el desgaste del Gobierno”, expresa González.

Una de las primeras tareas de la Legislatura, cuando se instale el 14 de mayo, será la elección de Presidente, vicepresidente y vocales del Consejo de Administración (CAL).

A los asambleístas nacionales con mayor votación les corresponderá presidir la primera sesión. En este caso, serían Pierina Correa, de Unes; Salvador Quishpe, de Pachakutik, y Wilma Andrade, de la ID.

Libia Rivas, exsecretaria del Parlamento, explica que cualquiera de los tres asambleístas más votados tienen la ­posi­bilidad de presidir la Asamblea Nacional.

“Influirá, sin duda, quien sea designado nuevo Presidente de la República, así como también la conformación de bancadas legislativas (mínimo 14 asambleístas) y los acuerdos entre bancadas”, acotó.

Los primeros puentes trató de tenderlos ayer Arauz, en una rueda de prensa conjunta con Pierina Correa, aunque Yaku Pérez y Xavier Hervas descartaron la posibilidad de acuerdos con ellos. De todos modos, los esfuerzos de las organizaciones políticas se enfocan por ahora en la segunda vuelta electoral, que tendrá lugar el 11 de abril próximo.

En contexto

El 14 de mayo se instalará la nueva Asamblea. La primera sesión será encabezada por los tres asambleístas nacionales con mayor votación. Una de las primeras decisiones será la elección del Presidente y los integrantes del CAL, que requiere 70 votos.

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