Hoy, 21 de enero, se cumplieron 16 años del derrocamiento del expresidente Jamil Mahuad. Un episodio que marcó un hito en la economía, pues su salida se dio días después de implementar la dolarización en Ecuador.
El 21 de enero del 2000, Mahuad recibió múltiples críticas y presiones para que abandone el Gobierno. El descontento impulsó marchas y protestas sociales que respondían a las drásticas medidas económicas como la elevación del precio de los combustibles y el congelamiento de los depósitos en la banca, denominado como ‘feriado bancario‘.
Las finanzas nacionales se vieron afectadas por la caída de la economía del 7%, el precio del barril de petróleo a USD 7 y una inflación de 60,7%, que produjo el cierre de una treintena de instituciones bancarias entre 1998 y 1999. A esto se sumaron los daños ocasionados por el impacto del fenómeno de El Niño.
Jamil Mahuad fue derrocado de la Presidencia del Ecuador el 21 de enero del año 2000. Foto: Archivo/ EL COMERCIO
La marcha del movimiento indígena, que impulsó la Conaie, logró la toma del entonces Congreso Nacional y llegó hasta el Palacio de Gobierno, con el apoyo de militares.
Con el respaldo del Ejército, se formó un triunvirato conformado por el general Carlos Mendoza; el presidente de la Conaie, Antonio Vargas; y el expresidente de la Corte Suprema de Justicia, Carlos Solórzano. La alianza duró poco. Después de tres horas, Mendoza abandonó el lugar y el cargo.
Gustavo Noboa, quien se desempeñaba como vicepresidente, viajó a Quito y fue reconocido como el nuevo presidente del Ecuador, apoyado por los militares, en el Ministerio de Defensa. Fue posesionado en el cargo el 22 de enero por el Congreso Nacional, instalado en la ciudad de Guayaquil.
Mahuad se negó a dejar Carondelet, sin embargo, el retiro del apoyo por parte del alto mando militar y las convulsionadas manifestaciones sociales le hicieron reconocer, a través de una cadena nacional el día posterior, que “un presidente derrocado no renuncia, simplemente está derrocado“.
Aunque los manifestantes lograron derrocar al Presidente, el modelo de la dolarización se mantuvo. El nuevo mandatario, Gustavo Noboa, se comprometió a mantener el dólar y su gobierno implementó una serie de medidas para dejar atrás al sucre, la moneda ecuatoriana que se usó por 116 años en el país.