“Dormí como un bebé”, dice el presidente Guillermo Lasso. Hace cuentas, de siete días de viaje oficial a China, cuatro ha permanecido en un avión. Dice que maneja mejor el jetlag de Europa que cuando viaja a Asia. Pero se ve complacido, llegó con la promesa de China de renegociar la deuda y de iniciar un Tratado de Libre Comercio (TLC).
El presidente Lasso ofrece una entrevista que se transmite en vivo en pleno patio de Carondelet, con un viento gélido y una ráfaga de preguntas de los periodistas Juan Carlos Calderón, de PlanV, y Jorge Imbaquingo, de EL COMERCIO. El frío se combate con mecheros que se instalaron a las 07:15; para las dudas periodísticas hace falta un Mandatario que haya descansado y tenga las ideas frescas.
Imbaquingo: Lo que preocupa es que los emprendimientos y la pequeña industria no serían beneficiados con el TLC.
Hay una realidad, y es la economía global. Tarde o temprano teníamos que llegar al punto a que hemos llegado con China; y nadie se va a preparar si no se presenta la oportunidad. A partir de este memorando de entendimiento hasta finales de año, tendremos cómodamente 10, 8 o 9 meses para poder negociar y acordar esas líneas rojas que protejan a la pequeña y mediana empresa, y establecer calendarios graduales de apertura.
Imbaquingo: México, cuando hace sus tratados, no deja topar a ciertos sectores, por ejemplo el maíz. ¿Qué sectores debería proteger Ecuador?
Temas de textiles o temas de zapatería… habrá que negociar los tiempos de apertura. No podemos pensar en las amenazas y, por lo tanto, cerrar el Ecuador al mundo. Debemos apuntar a crecimientos económicos del 8 y del 9%. Y eso solo es posible con mayor inversión.
Calderón: ¿Con China, ahora es un borra y va de nuevo?
Todas las negociaciones con China van a ser de público conocimiento de todos los ecuatorianos. Necesitamos renegociar la deuda con China, una deuda que a la fecha está en unos USD 4 600 millones. La mitad, USD 2 000 millones, está atada a un convenio de comercialización de petróleo que es lesivo al interés del Ecuador. He sido muy claro con el presidente de China: que nos sentemos a renegociar la deuda para darle respiro a la economía ecuatoriana, para ampliar plazos, bajar tasas de interés y desvincular este contrato de comercialización de petróleo, donde hay intermediarios que se aprovecharon de China y Ecuador.
Imbaquingo: Ecuador en 2007 sacó del Registro Oficiales los términos del servicio de la deuda. ¿Qué va a hacer respecto de condiciones e intermediarios de la deuda?
Actuar con transparencia. Jamás debieron haber sido confidenciales los términos de la relación financiera con China. Jamás. Porque todos tenemos el derecho de conocer, qué negoció el Gobierno por cuenta de los ecuatorianos.
Imbaquingo: ¿Va a rastrear esa deuda?
Por supuesto que sí. Hagamos una separación: uno son los términos financieros de la deuda, donde puedo afirmar que los saldos que debe el Ecuador son razonables. El problema con China es la negociación del petróleo, la obligación de vender el petróleo supuestamente a China; digo supuestamente, entre comillas, porque han participado otras gentes ahí y en condiciones lesivas al Ecuador. Toda esta información la entregaremos a la Fiscalía y al Procurador General del Estado, para que vea la posibilidad de iniciar acciones legales locales e internacionales. Muchas veces se habla de China y se generaliza que cualquier relación con ese país tendrá un momento oscuro. Quien llevó a ese momento oscuro fue el gobierno de Correa que, como usted dice, prohibió la publicación. ¿Qué escondían? ¿Aquel contrato petrolero de intermediación?
Calderón: En torno al tema impositivo, hay mucha molestia en los sectores que les ha tocado llegar hasta el 1 000% adicional de pago de impuestos…
No es el 1 000%. Comprendo la molestia que puede causar una reforma tributaria como la que planteamos. A nadie le gusta pagar impuestos. El 19% de recaudación mayor que enero del año 2021 es consecuencia de que el SRI está trabajando con mucho esfuerzo, para cobrar a aquellas empresas y aquellas personas que no pagan impuestos teniendo negocios prósperos en el Ecuador, por lo tanto se está haciendo un esfuerzo para cobrarles a aquellos que tradicionalmente no pagaban.
Imbaquingo: La realidad es que las personas que antes podían deducir sus pagos, hasta USD 3 000 o 4 000 ahora solo tienen el tope de 500 dólares. Si tenemos un barril de petróleo de USD 90, y si hay más impuestos, ¿cómo podemos saber que se están utilizando correctamente esos dineros?
En los primeros 8 meses en mi gobierno habrá apreciado que no hay ningún escándalo de corrupción. No es la posibilidad de que alguien diga, ahí está la reforma tributaria está financiando la corrupción. Hemos definido programas como la lucha contra la desnutrición crónica infantil y hemos establecido un bono para las gestantes y hasta los 2 años de edad de los niños. Estamos trabajando con créditos al sector productivo al 1% y a 30 años plazos.
Imbaquingo: No hay medicinas en los hospitales públicos. Es algo que la gente vive y está reclamando.
A finales de diciembre se adquirió un gran lote de medicinas especialmente para enfermedades catastróficas, y todos los hospitales del Ministerio de Salud recibieron la provisión. Estamos trabajando en un sistema nuevo para proveer de medicina a los usuarios de los hospitales públicos. Esperamos en marzo tener el sistema en funcionamiento y eso va a cambiar de manera drástica la adquisición de medicina, sobre todo con un objetivo: luchar contra la corrupción.